Blanca Portillo y su perro Eduardo: una historia de amor
Blanca nos presenta a su compañero Eduardo, un labradoodle que la tiene, en sus propias palabras "muerta de amor"
"No me cabe tanto amor" ha asegurado la destacada actriz en sus redes sociales
Amor, lealtad, compañía... todos los beneficios que nos aportan nuestras mascotas
El discurso de aceptación del premio a su trayectoria en el reciente Festival de Málaga ya es historia del feminismo en España. Su alegato contra las exigencias estéticas normativas de la industria, dicho en vaqueros y camiseta de andar por casa, derritió los corazones de sus muchísimos fans y causó revuelo en redes. Ahora, sin embargo, la destaca actriz Blanca Portillo ha querido compartir con sus seguidores la que se ha convertido, al parecer, en una de sus relaciones más importantes de su vida.
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Sí, se trata nada menos que de Eduardo, un labradoodle de apenas unos meses que ya hace y deshace con el corazón de su compañera humana, quien no escatima palabras para describir lo que el caniche ha significado para ella. "No me cabe tanto amor…! Cada cosa que hace, cada mirada, cada lágrima que me lame, cada vez que se sienta encima de mis pies, cada calcetín que me roba para ponerlo encima de su nariz… En serio, esto es… INCREÍBLE. Loviu, Eduardo!" decía hace unos días en un post de sus redes sociales.
¿Por qué queremos tanto a nuestros perros?
Decía Milan Kundera que el amor por nuestros perros es el verdadero idilio porque no hay conflicto ni desgarro, solo un amor constante, imperecedero. Y no sabemos si por con lo de desgarro tendría en cuenta las zapatillas de dormir echas trizas o los cojines del sofá convertidos en lluvia de espuma, pero lo cierto es que los perros son mascotas imbatibles. "Eduardo brilla y brilla y nos amamos y nos respetamos y nos hacemos felices" dice Blanca Portillo sobre su mascota. Y a algunos les parecerá exagerado, pero está probado que su compañía puede aportar beneficios considerables, sobre todo a las personas mayores. Como te contábamos en este artículo, incluso el alzheimer podría resultar menos duro si lo vivimos acompañados de un chucho querendon.
La lealtad, esa palabra
Nos ayudan mantener un buen estado físico, alivian nuestra soledad, nos proporcionan alegría, nos hacen ser más responsables, alimentan nuestro sentido de pertenencia... Estos son solo algunos de los aportes que nos proporcionan nuestros compañeros caninos, pero de todos ellos tal vez uno de los más importantes sea el del sentido de la lealtad. Un perro es un animal del que, por lo general, podemos esperar que siempre esté a nuestro lado. Pase lo que pase y sean las que sean las vicisitudes de nuestra vida, ellos siempre estarán allí para nosotros, sin juzgarnos, sin exigirnos nada más que nuestro amor. Por eso Blanca lo resume tan bien en sus redes: Eduardo es amor. Y el amor, ya se sabe, siempre nos hace ser mejores.