El futuro es impredecible por mucha planificación bajo calendario que se lleve a rajatabla. Cuando uno imagina dónde estará con 80 años la cabeza visualiza la playa: una mullida tumbona bajo la típica palmera descansando la vista del libro en las aguas turquesas de un mar infinito. Ni por asomo esa idílica postal se transforma en un despacho ocupando un cargo político. En Uppers vamos a repasar qué políticos con más de 80 años, que siguen en activo en España y sin importarles su edad, prefieren seguir dando el callo en vez de jubilarse. Es digno de admiración, te caigan fenomenal o como una patada en la boca del estómago.
En el panorama político actual, independientemente del color de su partido, muchos podrían estar cerca de su edad de jubilación si quisieran, sin embargo, todo apunta a que mantendrán sus funciones. Iñigo Urkullu Renteria (61 años), Alberto Núñez Feijóo (61), José Luis Ábalos (63), Guillermo Fernández Vara (64), Carmen Calvo (65), Margarita Robles (66) … acumulan experiencia y tablas junto a otros que han superado esa década, pero continúan al pie del cañón como Isabel Celaá (73), José Félix Tezanos (76) o Josep Borrell (76).
A partir de aquí, el que un político cuya edad se acerca a los 80 o la sobrepasa anuncie que se presentará a las siguientes elecciones “con el permiso de su familia” se convierte en noticia de portada. Sin entrar a valorar su cometido o el tinte de su partido, que madruguen cada mañana para ocuparse de sus funciones públicas en vez de pasear, viajar o hacer el vago, merecen una mención aparte. Son políticos como Abel Caballero con 76 años cumplidos o Francisco de la Torre y Miguel Ángel Revilla, estos últimos con 80 años desde diciembre y enero pasado, respectivamente.
Francisco de la Torre es un político al que no le importa en absoluto cumplir años. Anunció que se presentaba por sexta vez como candidato a la alcaldía de Málaga, bajo las siglas del PP, tras haber obtenido el permiso de su familia. Es normal que lo haya consensuado con ellos pues lleva 22 años como alcalde de Málaga, la sexta ciudad más importante de España.
Malagueño de nacimiento, llegó al mundo un 21 de diciembre de 1942, estudió en la Universidad Pontificia de Salamanca y antes de ser alcalde, desde 2011 a 2014, fue Senador en las Cortes españolas. Dicen que durante todo el mandato al frente de su ayuntamiento “ha forjado su propia marca, explotando un liberalismo moderado trufado con dosis de populismo refinado” y que la ha llenado de museos. Él asegura que es “alcalde 25 horas” y que le gusta ir andando cada mañana a la casa consistorial, un paseo que se alarga porque se para a hablar con los vecinos.
Miguel Ángel Revilla Roiz nació en 1943 en Polaciones, un pueblo de montaña a más de cien kilómetros de Santander. Estudió Ciencias Económicas y Empresariales, trabajó en la banca en la década de los setenta e impartió clase en la Universidad de Cantabria hasta finales del siglo pasado. Después se metió en política.
Es secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y presidente de Cantabria desde 2015, un cargo que ya ocupó entre 2003 y 2011. A las elecciones autonómicas del 28 de mayo próximo se presenta ilusionado como el primer día, aunque ya lleva cuatro legislaturas a sus espaldas. Es uno de los políticos más mediáticos, asiduo de programas en Prime Time donde aprovecha para promocionar su tierra y regalar los productos más típicos como las anchoas o la quesada.
Aunque no supera los 80, Abel Caballero se acerca a esa cifra. Nació en 1946 en la villa gallega de Puenteareas, que pertenece a la provincia de Pontevedra. Es economista y estudió en la Universidad de Essex y en la Universidad de Santiago de Compostela. Bajo el paraguas del Partido de los Socialistas de Galicia-PSOE, se hizo con la alcaldía de Vigo en 2007. En poco tiempo transformó la ciudad y la colocó entre los destinos turísticos más solicitados del país gracias a su asombrosa iluminación navideña.
Según sus palabras seguirá “hasta los 101 años”. Por ahora, se vuelve a presentar a las municipales del 28 de mayo próximo y probablemente, como sucede con estas personas tan carismáticas, muchos ciudadanos le votan a él más que a un partido. Desde 2015 además es presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. Antes de llegar a la alcaldía fue Diputado del Parlamento de Galicia a partir de 1997 y hasta 2001 y Ministro de Transportes, Comunicaciones y Turismo entre 1985 y 1988 en una de las legislaturas de Felipe González.