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El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo de manera diaria. Según las cifras de Mercasa, que recoge la Asociación Española de Té e Infusiones (AETI), el consumo de infusiones y tés en hostelería y restauración ha subido en España tras la pandemia hasta los 91 millones de tazas al año. Uno de cada tres españoles, de entre 15 y 75 años, prefiere su bebida infusionada antes que otros líquidos.
El té verde es una de esas variedades a la que la gente le ha cogido el gusto en todas partes del mundo. Con leche, natural, con azúcar u otros edulcorantes… cualquier excusa es buena para disfrutar de esta bebida que, además, tiene numerosos beneficios para el organismo.
Es un producto que proviene de la planta Camellia sinensis, considerado un tipo de té no fermentado que se consume habitualmente en forma de infusión. Entre sus componentes se encuentran principios activos como los polifenoles, taninos y la cafeína, por lo que son muy útiles para, entre otras cosas, ayudar a quemar grasa de nuestro organismo y adelgazar.
Tomar té verde es un gran aliado para nuestro organismo y no solo cuando estamos a dieta, es una bebida excelente para introducir en el día a día. Tiene numerosos nutrientes y antioxidantes básicos para tener un buen estado físico y mental. Gracias a sus componentes en pequeñas dosis, el té verde aporta todos estos beneficios:
Al igual que muchos otros productos, tomar té verde en exceso puede acarrear ciertos problemas. No hay que olvidar que el té verde tiene cafeína y que su consumo excesivo puede ser perjudicial. Los expertos recomiendan evitar beberlo en casos como estar tomando algunos medicamentos o mezclarlo con bebidas alcohólicas.
A los pacientes que sufren de presión arterial alta, anemia y afecciones digestivas no se les recomienda su consumo, así como tampoco a mujeres embarazadas. Por norma general, no es bueno exceder de las dos tazas de té verde al día, ya que puede provocar: