Cómo arreglar una cremallera atascada

La cremallera es un mecanismo de cierre presente en muchas prendas de vestir, calzado, o bolsos, que consta de dos tiras de tela con una fila de dientes de plástico o metal a los lados que se encajan o se separan al mover la pieza central que sujeta las dos tiras. Si esos dientes se desalinean, como consecuencia del paso del tiempo o por un mal movimiento, la pieza central no puede pasar por ellos, haciendo que el cierre se quede atascado. En estos casos, emplear la fuerza bruta no es la solución, pues con ello puedes hacer que se termine de romper del todo.

Si no eres un virtuoso de la costura, probablemente cuando hayas visto que la cremallera de tu pantalón o chaqueta se ha atascado, hayas pensado que la mejor solución es tirar la prenda. Todos tenemos la idea de que para arreglar cremalleras hay que tener un nivel avanzado en la materia, pero nada más lejos de la realidad. ¡Toma nota de estos consejos!

  • Busca la tela atascada en la cremallera. A veces, las cremalleras pueden dejar de funcionar porque un poco de la tela circundante queda atrapada en los dientes. Inspeccione atentamente la prenda de vestir o el accesorio para detectar enganches, pliegues, enredos y otros signos de una suspensión. Estos tienden a ser bastante fáciles de corregir. Los enganches suelen ser los culpables cuando una cremallera se niega por completo a ceder. Si no hay obstrucciones visibles en los dientes de la cremallera, es posible que haya intentar lubricar los dientes en su lugar.
  • Retira la tela de la cremallera. Una vez que hayas localizado el enganche responsable de bloquear la cremallera, agarra la tela alrededor de la obstrucción y dale un suave tirón. Si el enganche es especialmente pequeño, usar un par de pinzas puede ayudarlo a agarrar mejor. Tira de la tela en la dirección opuesta a la forma en que se ejecuta la cremallera y sosténgala. También puede intentar quitar la tela del interior de los dientes con la punta de un pasador de seguridad. Ten cuidado de no tirar demasiado fuerte de la tela, ya que podría rasgarla.
  • Sube y baja la cremallera. Manteniendo la tela enganchada, comience a tirar suavemente de la pestaña de la cremallera. Intente deslizarlo en ambas direcciones para ver si la tela se suelta. En la mayoría de los casos, la tensión constante, los pequeños movimientos y un poco de paciencia serán suficientes para despejar los dientes de la cremallera. Si no tienes suerte al liberar la tela de la cremallera, tu única opción será llevarla a un sastre.
  • Prevenir nuevas obstrucciones. Después de tratar con éxito una cremallera problemática, tome algunas medidas de precaución para asegurarse de que el problema no vuelva a ocurrir. Cosa agujeros irregulares, alise las arrugas y use una navaja de afeitar para cortar hilos sueltos. Cuando hayas terminado, plancha la tela en ambos lados de la cremallera para asegurarte de que quede plana. Cuanto menos tejido haya en el camino de los dientes, menos probable será que se produzca otro obstáculo.

Siete trucos para una situación límite

  1. Cacao de labios. Prueba frotar un labial de cacao por ambos lados de la cremallera, y luego vuelve a intentar abrirla. ¡Se deslizará como por encanto!
  2. Jabón de manos. También puedes probar frotar la cremallera con una barra de jabón, en lo posible un jabón cremoso.
  3. Vaselina. También puedes probar frotar la cremallera con una barra de jabón, en lo posible un jabón cremoso.
  4. Cera de vela. Toma una vela de cera y prueba frotarla a lo largo de la cremallera por ambos lados. Eso sí, para evitar que la cera manche la ropa, utiliza una vela de color claro, como blanco o marfil.
  5. Lápiz. Si tienes a mano un lápiz de dibujar de los niños, otra buena idea es frotar la punta del lápiz de grafito (justamente la parte del grafito) contra la cremallera.
  6. Cera de colores. Al igual que las velas, las ceras de colores también contienen cera, por lo que frotarlo contra la cremallera ayudará a que se deslice sin problemas.
  7. Hisopo de algodón humedecido en aceite. Aunque con este método corres el riesgo de manchar la ropa o los bordes del cierre del bolso o maleta, si no tienes nada de lo anterior a mano prueba humedecer un hisopo de algodón en aceite y deslizarlo a lo largo de la cremallera. Esta lubricación extra ayudará a que la cremallera se abra sin problemas.