Trucos para convivir con una persona desordenada y no desesperarse

El orden y la organización van un paso más allá de tener un espacio limpio y recogido. Tiene sus consecuencias en muchos otros aspectos de la vida, incluyendo la organización de tareas y responsabilidades, la gestión del tiempo, las relaciones interpersonales y la claridad mental. El desorden, por otra parte, es un aspecto común en la vida de muchas personas. Algunas personas pueden mantener sus espacios limpios y organizados con facilidad, mientras que otras luchan constantemente contra el caos y el desorden.

Cuando personas ordenadas y desordenadas conviven en el mismo espacio, pueden vivirse situaciones de constantes enfados y reproches mutuos. Porque cada uno plantea visiones distintas, e, incluso, opuestas, de cómo deben estar las cosas colocadas y cuándo deben hacerse las tareas. Para una persona ordenada convivir con una persona desordenada le puede generar ansiedad, frustración e inquietud. Pero, también, la persona que no es ordenada puede sentirse menospreciada y atacada.

“Existen tantos tipos de orden como personas existen en el mundo. Y el orden tampoco significa limpieza, por cierto; a veces se confunde un tema con el otro. Aunque es obvio que los extremos nunca son buenos, puesto que las cosas más bellas están en equilibrio, el secreto para que una pareja funcione bien es tener respeto y tolerancia para formas diferentes de funcionar. Y también negociar y llegar a acuerdos. Cuando esto es así y hay amor, las carencias que uno considere que tenga su pareja pueden compensarse con sus habilidades, y al revés”, asegura Mónica Presta, psicóloga clínica, sexóloga y terapeuta de pareja. 

Convivir con una persona desordenada no es tarea fácil, pero nunca es tarde si la dicha es buena y todo se puede conseguir. ¿cómo puedo hacer para vivir con una persona tan desordenada? y sobre todo ¿cómo esta situación afecta la calidad de tu relación?

Guía para convivir con una persona desordenada

  • Tolerancia: acepta que las diferencias en pareja son normales y que las exigencias muchas veces terminan por romper una relación. También intenta que el desorden no te afecte demasiado. No es el fin del mundo si ese calcetín está fuera de su lugar, no se puede controlar todo.
  • Reparte las tareas de la casa: divide las tareas del hogar en una lista de actividades para que cada uno sepa qué hacer y se responsabilice de su parte, pero no exijas que se haga cuándo y cómo quieres. 
  • No culpes al otro: la comunicación y la negociación son la clave de toda relación, y ambos deberían salir ganando siempre. Se debe huir de toda comunicación violenta en busca de soluciones comunes.
  • No discutir todo el rato: si bien siempre es mejor no guardarte el enfado y decir las cosas que te molestan, hay que evitar enfadarse y ponerse a la defensiva todo el tiempo. Pasar por alto el problema no funcionará, pero reprochar todo el rato las cosas a la pareja, tampoco. Tras una discusión es mejor dejar unos 20 minutos de tiempo para tranquilizarse y hablar desde la calma.
  • Intenta entender a la persona desordenada y respeta los espacios: bien dicen que algunas personas encuentran el equilibrio en el caos. Puede parecerte una tontería, pero muchas veces las personas desorganizadas saben perfectamente dónde está cada cosa, incluso si lo único que tú ves es un mar de papeles y objetos regados en el escritorio.
  • Practica meditación y relajación en los momentos de más tensión: una meditación corta o unas cuantas respiraciones profundas nos pueden ayudar a ver con más perspectiva la situación.
  • Conecta contigo mismo: busca un espacio personal para estar contigo mismo porque si conectas con tu interior podrás tener una predisposición de escucha amable hacia tu pareja. 
  • Valorar y agradecer: las parejas que funcionan mejor son las que se comunican de manera asertiva y practican el agradecimiento. En lugar de fijarte en lo ordenada o desordenada que es tu pareja, intenta subrayar de manera positiva lo que ha hecho por vos o en la casa durante el día. Y si algo no funciona, en lugar de reprochar, intenta comunicarte de manera asertiva.
  • Busca ayuda: si intuís que el tema del desorden tiene otras causas que no mejoran habiendo aplicado todos estos consejos, puedes buscar ayuda profesional.