Dejar de teñirte en fases: las mejores mechas para pasar la metamorfosis hasta las canas

Son pocas las personas que a partir de una edad no tienen canas. Hasta ahora, cuando aparecían, había dos opciones clásicas: declararles la guerra y estar pendientes del tinte o dar vía libre al cabello blanco. Si la tuya es esta última opción, ahora hay otra manera de comenzar la transición al pelo blanco: darse unas mechas estratégicas que den a la melena luz, naturalidad y, de paso, largas al tinte, una ventaja importante.

El tinte es el producto que ofrece mayor cobertura para las canas. El problema es que es agresivo con el pelo: rompe la fibra capilar. Además, en los tonos oscuros tiende a endurecer las facciones y a sumar años porque oscurece el tono natural de la piel.

Por esta razón, cuando queremos restar años, la estrategia habitual es aligerar el maquillaje buscando tonos más claros y aclarar el tono del cabello. Pero volvemos a la casilla de salida: el tinte para aclarar es aún más agresivo que el oscuro, ya que la decoloración es el procedimiento más lesivo para la estructura capilar.

De acuerdo a los expertos en coloración, las clásicas mechas balayage ayudan a integrar las canas al cabello sin necesidad de cubrirlas, dando resultados naturales.

Para lograrlo, se requiere aplicar varios tonos de grises, rubios y cenizas, integrando a la perfección los cabellos que han perdido la pigmentación. Algo que hace destacar a esta técnica es que al jugar con mechas con diferentes intensidades de gris, los estilistas pueden ayudar a iluminar la melena y, por lo tanto, también el rostro, sobre todo si los tintes más claros se aplican en los mechones que enmarcan el rostro.

El ahumado o smokey hair es ideal para las personas que tienen el cabello oscuro y que quieren comenzar la transición a las canas. Es una variante del salt & pepper (sal y pimienta) que busca lograr una melena con diferentes tonos de gris, lo que permite dejar libres las canas y que poco a poco vayan ganando protagonismo.

Esta técnica es compleja, requiere que lo haga un buen profesional (es casi una 'pintura' capilar a mano alzada) y exige mucho tiempo. Por todo ello, la aplicación de esta técnica es cara, pero los resultados, si tu opción es irte dejando canas, lo valen.

Es el estilo de mechas preferido en vacaciones. Nos referimos a las babylights, ideales en melenas rubias y castañas en las que las canas apenas comienzan a aparecer.

Con esta técnica de coloración logramos disimular la presencia del cabello blanco, contrarrestándolo con mechas tanto del tono natural, así como con tintes grises hasta lograr un tono uniforme. Lo mejor de esta técnica de coloración es que las raíces quedan libres y el difuminado comienza a unos cinco centímetros del nacimiento del cabello. No hay, por tanto, nada del temido efecto raíz y sí la impresión de una melena iluminada en la que la cana, incluso, aporte un toque de luz plateada.