Hasta cierta edad, la arena de la playa es algo a lo que no le prestamos demasiada atención. Los más pequeños juegan con ella y los mayores nos ocupamos de limpiarla. Pero con los años, pasear por la playa se convierte en un placer y en tratamiento estético. Son conocidos los beneficios del masaje podal por el simple hecho de caminar por la orilla del mar. Ahora, se va un paso más allá: la arenaterapia existe y proporciona otros tantos beneficios, esta vez, desde los centros de estética como ancestralmente se hacía en las costas del norte de África.
En realidad, es una terapia antigua conocida también como psamoterapia. Consiste en envolverse en arena para aprovechar el calor que desprende, una práctica generalizada en los países del Magreb de junio a septiembre, cuando la temperatura de la arena supera los 40 grados.
En algunos centros especializados en talasoterapia ofrecen baños de arena de cuarzo a 45 grados en busca de los mismos efectos positivos que un baño de arena natural.
El uso terapéutico de la arena a través de baños o enterramientos se debe a la presencia de minerales y oligoelementos, como el magnesio, hierro, sílice y sustancias orgánicas, además de concentrar el calor y transmitirlo al cuerpo de la misma forma que se haría en una sauna. De esta forma se obtiene un tratamiento vasodilatador y desintoxicante por excelencia, que tanto sirve para perder peso, para tratamientos estéticos como para tratar problemas degenerativos.
No todos los tipos de arena resultan convenientes para su uso terapéutico, siendo las arenas marinas y con altas cantidades de nutrientes las más beneficiosas para la salud, especialmente las existentes en playas cercanas a colonias de corales.
Como decíamos, puede practicarse en cualquier playa que disponga de este servicio. Si es en cabina, el paciente se verá envuelto progresivamente en varias capas de arena desde el cuello, evitando la cabeza.
Durante los primeros 15 minutos de la sesión, la cabeza recibirá humedad y el paciente podrá beber agua. Acabada la sesión, el paciente se envolverá en una toalla caliente para asegurar la transición térmica. Aunque la arena está caliente, no hay riesgo de quemadura.
No es una terapia curativa en sí misma, pero sí produce un gran bienestar. Está especialmente indicada en estos casos:
Aunque se trata de una terapia sencilla, no podemos llevarla a cabo de manera individual en cualquier playa, a riesgo de deshidratarnos y de sufrir una insolación.
Además de esto, la psamoterapia está contraindicada para aquellas personas con problemas cardiacos, hipertensión, insuficiencia renal o respiratoria y varices, además de los claustrofóbicos. Como en cualquier terapia, es aconsejable consultar con un profesional médico antes de la primera sesión.