Pamela Anderson fue uno de los grandes iconos eróticos de la década de los 90, cuando protagonizó ‘Los vigilantes de la playa’. Un lugar que no quería ocupar. Sí, era una chica sexy y no quería dejar de serlo, pero también quería ser una mujer a la que se la tomase enserio, a la que se le escuchase. Ahora, la actriz de 56 ha acudido a la Semana de la Moda de París y, lejos de lo esperado, se presentó a cara lavada en cada uno de los actos y desfiles a los que acudió, sin una gota de maquillaje sobre su rostro.
Estos últimos años la historia de Anderson ha vuelto a estar de actualidad. Primero por la serie ‘Pam & Tommy’ en la que se narra su relación con Tommy Lee y el escándalo que supuso el rodo del vídeo sexual de ambos y que reflejaba como esto afectó de manera muy diferente a la carrera de los dos. Mientras el músico siguió con su vida, para ella, que no quiso participar de ninguna forma en la creación de la serie, fue mucho más difícil afrontar la filtración del vídeo, tanto en lo personal como en lo profesional.
Sí que participó en el documental sobre su vida y en su autobiografía, donde por primera vez tomaba la voz para alzarla y contar su vida a través de ella y no por terceras personas, lo que había sentido, lo que había sufrido y lo que había sido. Un camino en el que Pamela Anderson se dio cuenta de lo harta que estaba de que sexualizasen su figura o que sus opiniones no fuesen tomadas en cuenta.
Un proceso de aceptación de quién es y de lo que quiere ser que acaba de culminar en la Semana de la Moda de París. Allí la actriz ha acudido a varios desfiles sin maquillaje, sin la máscara que todos esperaban que se pusiera para acudir a un evento de este calibre donde la imagen y estar de punta en blanco es, supuestamente, tan importante. Ella misma define que se siente “poderosa” al dejar el maquillaje y mostrar sin miedo sus arrugas e imperfecciones. Según algunos medios, desde que su maquilladora falleció por un cáncer de mama la actriz decidió prescindir del maquillaje en los eventos.
“Me gusta ver mis pecas. Me gusta cuando mi cabello no está arreglado. Me gusta una cara fresca. Me estoy aceptando mucho más y me siendo genial”, declaraba en unas palabras recogidas por WWD. Unas palabras y un acto que han sido aplaudidos, entre otros, por Jamie Lee Curtis, que escribía: “¡La revolución de la belleza natural ha comenzado oficialmente! Estoy muy impresionada y anonadada por este acto de valentía y rebelión”.
Pamela Anderson ha llegado al, a veces complicado, punto de aceptación de sí misma, de su cuerpo y del paso del tiempo, tomando las riendas de su vida sin la necesidad de tener la aprobación de nadie más que la de ella tras encontrar el lugar en el mundo en el que es ella, en el que se siente bien.