Después de unos años de destierro en el fondo del armario, el plumas vuelve con fuerza. En la pasarela (sin ir más lejos, Balenciaga), ya llevaba reinando desde hace un par de temporadas. La diferencia, respecto a la prenda original, es que ya no se considera una prenda de abrigo informal, sino una alternativa versátil a los abrigos, incluso en ocasiones más vestidas, siempre y cuando estemos ante un plumas de gama alta.
Si dudas entre el abrigo de la vida o un buen plumas, no podemos despejar la incógnita, pero sí podemos ayudarte a saber elegir. Para ello contamos con el consejo de Roberto Sánchez, asesor de imagen y autor del libro 'Tu mejor versión'. Como primera pauta: "El color y el corte son las primeras características que debemos considerar al adquirir un plumas", señala este experto antes de compartir las siguientes recomendaciones.
Es cierto que la ropa de verano y la de invierno puede declinarse de diferentes formas. Los tejidos ligeros admiten un rango de calidad distinto a los más pesados. Dentro de las prendas invernales, son precisamente abrigos y plumas los que delatan más su factura: "Aunque algunas prendas pueden permitirse no tener una calidad excepcional, en el caso de los plumíferos es crucial fijarse en la calidad del relleno. Esto hará que nos abriguen más o menos", confirma Sánchez.
A un plumas le pedimos que abrigue y que proteja de la humedad. Si no, ¿para qué lo queremos? "Optar por un tejido lo más impermeable posible es clave, ya que en invierno es probable que nos pille un día de lluvia sin paraguas. Evitar que la prenda absorba el agua puede hacer que nos sintamos más o menos cómodos cuando esto suceda", señala el experto.
Respecto al largo, la oferta es abundante: podemos comprar plumas que llegan a la cintura o bien largos, cumpliendo la función de un abrigo. Para el asesor de imagen, "El largo del plumífero es muy relevante, no solo porque nos permita mantener o no la temperatura, sino también de estética. Ajustarlo a tu altura es esencial, y los modelos tres cuartos suelen adaptarse bien a distintas siluetas".
Quizá es la decisión más difícil: ¿plumas con o sin capucha? Aunque sea un diseño sofisticado, lo cierto es que cualquier gorro quita seriedad a una prenda. Las capuchas hacen menos ponible a un plumífero, pero tienen otras ventajas: "Contar con un gorro es ideal, ya que además de abrigar, protege la zona posterior del cuello", afirma Roberto Sánchez.
Respecto a la capucha, el asesor despeja la duda: "Un modelo con gorro desmontable permite adaptarse a las diferentes intensidades de frío y utilizarlo hasta finales de la época invernal".
Al comprar cualquier prenda, es fundamental pensar en su versatilidad. Lo mismo aplica al plumífero. "Un diseño neutro es idóneo para utilizarlo en distintas ocasiones, ya sean formales o casuales", insiste el estilista antes de dar el argumento definitivo: "Si es para momentos de ocio, un toque de color o estampado poco común puede ser apropiado, pero si buscas versatilidad, colores como azul marino, beige, blanco o negro se integran fácilmente con cualquier atuendo".
El plumas no se libra del primer mandamiento de cualquier outfit: la comodidad. Sin ella, no hay estilismo posible. "Antes de elegir, prueba varios modelos con diferentes cortes. Un plumífero no solo debe abrigar, también debe permitir libertad de movimiento y ser cómodo de llevar", señala Roberto Sánchez.
En opinión de este experto, "Prestar atención al corte es más importante que a la talla, ya que esta puede variar considerablemente entre marcas". El asesor de imagen comparte un último tip: "Al probártelo, lleva una prenda más gruesa debajo, ya que podría influir en la talla que necesitas. Lo esencial es verte y sentirte bien con él".