Está claro: Brad Pitt tiene un físico privilegiado. A sus casi 60 años, sigue siendo uno de los actores más atractivos de la gran pantalla. Pero, aún con ese atractivo, pasa por temporadas de mayor o menor esplendor, con más o menos kilos. Al fin y al cabo, no deja de ser humano.
En sus últimas apariciones, desde el pasado Wimbledon hasta los últimos Globos de Oro, el actor ha mostrado una imagen notablemente mejorada. El actor no ha confirmado ni desmentido haberse sometido a ningún tratamiento. Mientras la prensa estadounidense especula con que podría haberse sometido a un lifitng, una operación quirúrgica bastante compleja por la que habría pagado una pequeña fortuna (más de 100.000 dólares, según algunos medios), los tratamientos a los que el actor puede haber recurrido no son tan invasivos y juegan igualmente a favor de la juventud del rostro.
Los signos de la edad habrían comenzado a intuirse en el tercio superior del rostro del actor. Usar un neuromodulador como la toxina botulínica en la frente proporciona tersura a la zona, a cambio: las cejas descienden, algo que se aprecia cuando se gesticula.
La misma toxina podría haberse usado en las patas de gallo, lo que explicaría el aumento de pómulos, una zona que es sinónimo de juventud y cuyos volúmenes suelen perderse con la edad, más aún si hay cambios de peso, como es habitual que pase entre actores.
El entrecejo apenas evidente también es señal de toxina botulínica y algo de ácido hialurónico para poder rematar el ceño y dejarlo sin rastro de arrugas. Llegamos, así, al otro componente estrella de la medicina estética.
Para muchos expertos, la pareja formada por la toxina botulínica y el ácido hialurónico es la combinación ganadora del anti-envejecimiento. Mientras que el bótox borra las arrugas, el ácido hialurónico devuelve los volúmenes perdidos.
Uno de los lugares habituales donde se inyecta ácido hialurónico son los labios, que también pierden carnosidad y turgencia con la edad. Pitt podría haberse inyectado ácido hialurónico en esa zona, una de las más llamativas en el físico del actor.
La forma habitual de los rostros jóvenes tiene forma de V, con un ángulo pronunciado entre la barbilla y las sienes. Con los años, esa forma va perdiendo elasticidad y aparecen signos de flacidez. Existen distintos tratamientos para paliar la caída del músculo; uno de los más efectivos es Ultherapy, un tratamiento no invasivo, que actúa a profundidad en las capas de la piel para estimular la producción de colágeno y elastina en tu cuerpo, logrando un aspecto natural sin cirugía ni tiempo de recuperación.
Se utiliza básicamente para reafirmar el tercio inferior del rostro, por lo que podría ser otro de los tratamientos usados por el actor americano. Cada sesión cuesta unos 200 euros y los resultados, como siempre que el colágeno está involucrado, son progresivos; es decir, se notan pasados unos días desde la aplicación del tratamiento.