Los hombres se cuidan más de lo que muchas mujeres creen para mantener un buen aspecto e ir siempre impecables, en especial el rostro, su carta de presentación en cualquier circunstancia. Por eso mismo le dan tanta importancia al afeitado. Mientras unos prefieren llevar la barba algo más larga, otros optan por lucirla más corta, solo llevar bigote o perilla, o directamente la cara al descubierto al ir totalmente afeitado. Todo es cuestión de gustos y de ver cómo cada uno se ve mejor. Pero tener la cara siempre presentable requiere de un constante cuidado del vello facial que puede hacer que se sufran daños cutáneos. Por esa razón unos optan por las cuchillas desechables y otros por las maquinillas eléctricas. ¿Cuáles son las mejores? ¿Qué diferencia un afeitado de otro?
Uno de los grandes problemas que puede acarrear el afeitado es la irritación de la piel, en especial si es sensible, por eso es importante mantenerla hidratada y cuidada. Cuando se opta por llevar la cara afeitada esto puede suponer un problema debido a que la eliminación del vello, sea el tipo de depilación que sea, es una agresión a la piel que afecta de distintas formas a cada persona. Mientras a unos la cuchilla puede venirles fenomenal, a otros puede que le aparezcan constantemente lesiones cutáneas durante los días posteriores.
Por lo general el afeitado a maquinilla eléctrica suele ser menos agresivo para la piel. Es un método rápido en el que realizarte alguna herida es prácticamente imposible. ¿Uno de sus inconvenientes? Si eres de vello facial abundante probablemente tendrás que pasarla con constancia debido a que no llega a eliminar el vello tan de raíz como lo haría la cuchilla, por lo que vuelve a aparecer rápidamente. Así, es una buena técnica para hombres con pelo débil, una barba no muy abundante o que no quiera llevar la cara totalmente lampiña.
Al otro lado de la balanza está la cuchilla, un método utilizado durante décadas por todo aquel hombre que quiera librarse del vello de su cara. Su resultado puede ser algo más duradero que el de la maquinilla debido a que rasura el pelo a ras de piel, eliminándolo por completo durante unos días hasta que vuelve a aparecer. Con la cuchilla es mucho más sencillo que se produzcan cortes o irritaciones en el post afeitado porque es una técnica más agresiva. Aún así, antes de pasarla siempre es aconsejable que se aplique una espuma o gel de afeitado que no solo facilita el proceso, también protege la piel de las agresiones cutáneas.
Todo es cuestión de probar cuál te va mejor, pero para las pieles sensibles o con problemas dermatológicos la cuchilla suele ser más agresiva. De todas formas, siempre puedes consultar previamente a tu dermatólogo, en especial si padeces alguna patología dermatológica. Eso sí, tras el afeitado, para evitar irritaciones, siempre se debe cuidar la piel con productos específicos o cremas hidratantes.
Sea maquinilla o cuchilla, su calidad debe ser óptima. Se sobreentiende que cuando se recurre a una eléctrica se espera que dure unos cuantos años hasta que quede obsoleta o deje de funcionar tras haberle sacado todo el provecho. En cambio, con las cuchillas ha existido una gran evolución. Hasta hace unos años lo normal era hacerse con las desechables, de un solo uso, que tras el afeitado iban a la basura. Estas siguen en el mercado y reciclarlas es prácticamente imposible, por lo que no son las mejores amigas del planeta.
Por eso cuando se opta por la cuchilla es mejor hacerlo por algunas más caras y de mayor calidad en las que el soporte se conserva y puedes cambiar la hoja cuando la anterior ha sido desgastada. Se reduce la contaminación, aunque el gasto de agua para el afeitado continua, por lo que debes controlarlo y no derrocharlo.
El afeitado de los hombres es más complejo de lo que a priori puede parecer. No deja de ser una agresión cutánea, por lo que hay que elegir un método que no le afecte demasiado y mantener la piel cuidada, en especial hidratada. Afeitado, con bigote o con perilla, luce tu rostro como quieras, pero con la piel impecable.