Hace 30 años a la australiana Carolyn Hartz le diagnosticaron una prediabetes tipo 2. Hoy tiene 74 y ha decidido mostrar el resultado en las redes después de cambiar drásticamente su estilo de vida. Eliminó el azúcar y todos los alimentos procesados e incorporó el ejercicio a su rutina diaria. Todo ello, unido a una genética privilegiada y a alguna ayuda de la medicina estética, ha hecho que la imagen de Hartz se haya hecho viral: tiene el aspecto de una mujer de unos 50 años.
Como la propia Hartz comparte en sus redes sociales, lo más complejo fue cambiar de estilo de vida. Comenzar el periodo de desintoxicación fue duro: al eliminarse los desechos, el organismo puede experimentar algunos trastornos, como dolor de cabeza, sensación de mareo o lo conocido como 'brain fog', una sensación de falta de energía o aturdimiento.
Sin embargo, conforme los órganos se van desintoxicando, no solo empiezan los cambios físicos, sino que experimentamos más niveles de energía y optimismo. Hartz ha dado cuenta de todo este proceso en su Instagram, donde acumula más de 38 millones de seguidores.
Según explica, la empresaria ha evitado el azúcar no solo en los dulces, sino también en las versiones blancas y refinadas del arroz y la pasta y de los alimentos altos en fructosa, presente en muchas frutas. Los zumos, batidos y smoothies también son fuente rica de azúcares, pero los peores son los que ingerimos de manera camuflada en muchos alimentos enlatados o procesados.
Carolyn ha eliminado la ingesta de muchos de estos alimentos y ha reemplazado el azúcar por xilitol, un edulcorante mucho menos dañino. "Muchas mujeres mayores de 50 piensan que no es posible mantener una forma y peso razonables cuando se supera esa edad. Sabemos que nuestro metabolismo se ralentiza a medida que envejecemos, y eso significa que tenemos que tomar el control y tomar decisiones más saludables y trabajar un poco más", explica en declaraciones al Daily Mail.
Poseedora de un físico envidiable, Hartz empezó a trabajar como modelo, azafata de vuelo y coach. Pero a los 40 se encontró en un cruce de caminos: demasiado mayor para ser modelo y algo desencantada con su vida de entonces. Paradójicamente, el diagnóstico de su enfermedad le hizo descubrir un nicho de negocio, el de la nutrición. Carolyn creó a los 55 años su propia empresa: SweetLife, una compañía que promociona un estilo de vida saludable y comercializa una línea de productos sin azúcar basados en el xilitol. En Australia, de hecho, se le conoce como la 'Dama del xilitol' y la 'Pionera sin azúcar'.
La australiana también escribió el libro 'Sugar Free Baking', donde comparte sus secretos para erradicar el azúcar de las recetas más dulces e imparte habitualmente cursos sobre alimentación saludable.
Al mirar las imágenes de Hartz parece que también ha habido algún retoque estético, probablemente alguna inyección de bótox y ácido hialurónico en pómulos, frente y alrededor de los ojos. Además de los tratamientos médicos-estéticos, seguramente dispone de un arsenal de buenos productos cosméticos, pero, al margen de esto, lo cierto es que al dejar de comer azúcar, frenamos el proceso de glicación y la 'cara de azúcar'.
Cuando consumimos azúcar en exceso, se queda en el flujo sanguíneo y se une al colágeno, la proteína que mantiene la piel firme. El resultado es que nuestra piel se queda flácida. Este es uno de los síntomas de la cara de azúcar, pero no el único: líneas y arrugas en la parte superior de la frente, flacidez y bolsas bajo los ojos, granitos en toda la cara, aspecto demacrado, adelgazamiento de la piel y tono muy pálido o grisáceo.
¿Cómo contrarrestar la 'cara de dulce'? Aumentando la ingesta de proteínas. Esto equilibrará los niveles de azúcar en sangre. Recuerda que aparte de las proteínas animales, también existen las legumbres y los huevos. La porción de proteína no debe ser superior a la palma de la mano.
Otras pautas recomendables son comer grasa saludable (aguacate, frutos secos crudos y pescado azul), carbohidratos integrales (quinoa, arroz integral, trigo sarraceno) y controlar los antojos dulces. En su lugar, bebe agua. A veces, tras un ataque de hambre, en realidad hay una necesidad de hidratación.
Al dejar de comer azúcar, el cuerpo vuelve a regular el apetito de manera adecuada y los alimentos aportan mayor sensación de saciedad, lo que se traduce en menor ingesta de calorías y dulce; es decir, perdemos peso.
Sin embargo, el azúcar es necesario para el funcionamiento de nuestro organismo. Su función es proporcionar la energía y nutrientes para los diferentes órganos. No se trata, por tanto, de eliminarlo, sino de consumirlo en las formas menos dañinas.