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Seguro que no puedes apartar la vista de la foto. Sabes quién es, pero no por qué tiene ese estilazo. Sí, es Papá Noel. Su nombre es Paul Mason y a sus 55 años ha logrado que cientos de hombres y mujeres deseen volver a sentarse en las piernas del icónico personaje para pedir un deseo (cualquier deseo).
Puestos a querer saberlo todo, hemos logrado saber que mide 187 centímetros, tiene el pelo blanco y los ojos azules. Hasta aquí, un físico muy Papá Noel hasta que llegamos a otros números: contorno de pecho, 100 cm (un metro de toda la vida); cintura, 81 cm y caderas, 89. Lo que se dice un señor armario, aunque a Santa Claus le vayan más las chimeneas.
Estas cifras y alguna letra aparecen en la web de la agencia de modelos Marilyn, donde Mason presta sus servicios. Eso, en Francia; en Italia y Estados Unidos, Mason es una cara habitual de las grandes campañas de moda, aunque es en Canadá, su país de origen, donde en 2014 protagonizó para unos grandes almacenes la campaña definitiva, convirtiéndose en el Papá Noel delgado, atractivo, seductor e irresistible, como si al auténtico Santa Claus le hubieran pasado por la clínica Buchinger, una pelu de Chueca y las boutiques de Las Rozas Village.
La campaña pronto se convirtió en campañón, hasta el punto de que cuando vemos fotografías de sus otros trabajos como modelo, más joven y sin barba, nos parece mucho más convencional y previsible: señor guapo-guapísimo al tiempo que plano-planísimo. Lo suyo era convertirse en el Santa Claus misterioso, apabullante y moderno del siglo XXI. No es poca cosa. Pensemos en el primer Papá Noel rojo, creado en 1920 por Coca Cola en su campaña de Navidad. Marcó el antes y el después en la iconografía del personaje, hasta ese momento un venerable, barbudo y gótico anciano vestido en verde y gris.
En la cuenta de Instagram del modelo siempre es Navidad. Paul Mason es directamente 'Fashion Santa' Marca Registrada, un detalle que le permite acreditar que es el auténtico y cobrar derechos sobre cualquier contenido que utilice este juego de palabras, un chascarrillo bastante jugoso en el mercado anglosajón.
Como no todo va a ser dinero, sobre todo cuando llevas años desfilando en las principales pasarelas de moda, Mason ha desarrollado en los últimos años su faceta más solidaria. Volvamos a 2014, donde gracias a la campaña de la cadena Yorkdale, adoptó el personaje de Fashion Santa, que un año más tarde se convirtió en el fenómeno viral de esas Navidades, maratón de selfies incluido. Durante 88 horas, a beneficio de un hospital infantil, el modelo estuvo haciéndose selfies con sus fans, entre los que estaba el propio Justin Bieber. En 2019 la campaña se mantiene en activo.
Mason es hoy el portavoz de diversas causas, sobre todo relacionadas con la salud infantil. Sus objetivos son simples y así los cuenta en su bio: "Mi misión es revivir el espíritu de Santa Claus para ayudar a los más necesitados". Toda su actividad está relacionada con la solidaridad, las organizaciones no gubernamentales y las iniciativas sociales de las grandes marcas. Y qué queréis que os diga... Cuando la filantropía entra tan de lleno en la vida de alguien, qué raro se nos hace hablar solo de lo guapo que es.
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