La calvicie o la alopecia es un problema más que visible a pie de calle, mientras unos lucen un pelo fuerte otros lo hacen con un cabello más débil o imperceptible debido a la caída constante del pelo. Cuando las claras en la cabeza ya son más que visibles y complicadas de disimular es el momento que muchos eligen para acabar con el problema y, aunque parece que el injerto o el trasplante es el único remedio para lucir un pelo fuerte en la calle, no es así. Las fibras capilares se han convertido en un método notable y eficaz para lucir, al menos de forma temporal, un pelo sin síntomas de calvicie.
La calvicie total no es algo que llegue de la noche a la mañana, es un proceso progresivo en el que el pelo se va perdiendo poco a poco, desnudando normalmente las zonas de la coronilla y la frente, las odiosas entradas, primero. En estos casos donde el peinado aún puede ser un punto que disimule esa ausencia de pelo puedes tener algún que otro aliado que te permita disimular mucho mejor: las fibras capilares.
Cuando oyes hablar de fibras capilares probablemente se te venga a la cabeza un proceso algo complejo en donde es más que necesaria la ayuda de un experto, pero lo cierto es que no, es un proceso de lo más sencillo y rápido, aunque esto también conlleva que sea temporal. Las fibras capilares son una especie de microfibras hechas de queratina, la proteína de nuestro cabello, que tienen la peculiaridad de que gracias a la carga electrostática que contienen se consiguen adherir a la perfección al pelo y el cuero cabelludo de quien lo utiliza. De esta manera se cubren totalmente las zonas claras y se da mucho más volumen al cabello.
Viendo su funcionamiento está claro que es un método perfecto para quienes están comenzando a experimentar la caída del cabello, no para alguien que ya está totalmente calvo o casi en su totalidad, pues su función es la de disimular esas pequeñas zonas de clareas que ya comienzan a ser complicadas de disimular con el peinado. Y ojo, que no tiene que ser solo para disimular las zonas más claras, también puede ser un buen método para aquellos que han perdido volumen y se notan frente al espejo un cabello más pobre y mucho menos denso.
A diferencia de otros tratamientos médicos para los que es necesario un buen diagnóstico médico para su posterior tratamiento contra la caída capilar, las fibras capilares son muy sencillas de usar, pudiéndolo hacer en casa sin necesidad de ayuda. Lo ideal es que se coloquen en la zona del cuero cabelludo que se ha ido despoblando con el tiempo para luego peinarlo para que se una bien con el resto del cabello y quede un resultado natural. Eso sí, debe aplicarse en seco, a no ser que el producto elegido aconseje lo contrario. La mayoría de las fibras capilares se pueden encontrar en formato spray, un método bastante sencillo, especialmente cuando la calvicie se encuentra en la parte trasera, de más difícil visión.
Ahora bien, si de verdad quieren un grandísimo resultado hay que saber elegir bien, tanto en cuestión de calidad como en cuestión de color, eligiendo una tonalidad de fibras lo más similar posible al color de tu pelo para que el resultado final sea natural. Hay muchas marcas en el mercado, y ya sabes que lo que a uno le puede ir bien a otro no tanto, por lo que es cuestión de ir probando el que mejor te venga y te ofrezca mejores resultados.
Y como te decíamos, no es para siempre, ya nos gustaría, su duración es limitada, ya que con cada lavado las fibras capilares dicen adiós a tu cabello, por eso no se aconseja su uso cuando decides darte un chapuzón en la playa o las piscina. Aún así, suelen ser resistentes al sudor o la lluvia, por lo que en ese caso, en principio, no tendrías de qué preocuparte. ¿Ya has elegido el color que mejor te viene?