Gafas progresivas, una solución perfecta para la pérdida de visión en la madurez
Si no sabes como funcionan estas gafas, descubrirlo puede ser la solución para tu vista, en especial si tienes problemas de visión tanto de lejos como de cerca
Hoy en día es raro que alguien no lleve gafas. Quien no las lleva fijas tiene unas para leer o ver la televisión, para ver de cerca, o para cuando su vista está muy cansada. Existen múltiples enfermedades relacionadas con la pérdida de visión y las gafas nos permiten ver todo eso que la miopía o el astigmatismo, por ejemplo, nos impiden observar con total nitidez. Pero hoy os hablamos de un tipo de gafas en concreto, las progresivas. Si eres de los que no ve ni de cerca ni de lejos probablemente tengas dos pares de gafas, pero en las progresivas se une todo para que puedas ver bien de cerca, de lejos y también esas distancias intermedias que nunca distingues del todo. ¿Quieres saber más?
Por lo general, se utilizan lentes graduadas monofocales para corregir los problemas visuales que cada persona tiene dependiendo de si se ve mal de cerca o de lejos. Pero cuando una persona empieza a ver mal tanto de cerca como de lejos, tiene la vista cansada o la presbicia empieza a afectar al ojo, hay dos opciones de gafas para que no tengas que hacer uso de dos pares: las bifocales y las progresivas.
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¿Cuáles son sus diferencias?
Aunque en un principio ambos tipos de cristales puedan parecer iguales, hay pequeños detalles que marcan la diferencia para hacerte decantar por un tipo u otro. Las bifocales, como ya te habrás imaginado por su nombre, tiene dos distancias focales distintas. La parte superior del cristal te permitirá ver correctamente de lejos mientras que la de abajo hará lo propio para ver de cerca. Detectar qué gafas llevan este tipo de cristales es sencillo, pues se nota la división del cristal.
¿Qué tiene de distinto una lente progresiva? Para empezar, en el cristal no se nota la diferencia entre las zonas de enfoque, por lo que son mucho más estéticas. Aunque no se detecte cada zona a simple vista, lo cierto es que cuenta con tres áreas distintas. La superior y la inferior ya las conoces, pero en el centro cuenta con una para ver correctamente en distancias medias. Ahora bien, utilizar una lente progresiva de primeras no te va a resultar fácil, por lo que vas a necesitar unos días de adaptación hasta que tú y tus ojos se habitúen a dónde tienen que mirar en cada momento.
Aprende a usar las gafas progresivas
No cabe duda que unas lentes progresivas son toda una ventaja si tenemos en cuenta que no vas a necesitar cambiarte de gafas para leer o para conducir, por lo tanto, también estás ahorrando al tener toda tu visión en una sola gafa. Gracias a ellas vas a ver bien siempre, realices la actividad que realices.
Pero vas a tener un periodo de adaptación. Tres distancias en una sola lente al principio puede resultar algo lioso. De ahí que no solo tengas que mover tu mirada y saber en qué posición colocar tus ojos dependiendo de lo que vayas a hacer, sino también tu cabeza. Seguir algo con la mirada no será suficiente, pues quedarán puntos borrosos, por lo que te tendrás que habituar a mover la cabeza si quieres tener una visión nítida. En pocos días habrás controlado el movimiento y tendrás tus propios trucos, así que tu visión ya no será un problema en tu día a día.
El precio nunca será el mismo ya que dependerá del cristal elegido o la montura. Por lo que al final si se elige un cristal antirreflejante, endurecido o que repela la suciedad, el precio irá subiendo. Para la elección de la montura no solo debes fijarte en si las gafas te quedan bien, que es un factor muy importante, sino que también en la altura a la que te quedan y su comodidad, para ello el óptico te prestará consejo. Lo más importante es que la posición de la gafa te permita ver todas las áreas de visión.
Ya has visto lo completas que son las lentes progresivas. En un principio parece que no tienen demasiada diferencia con las bifocales, pero el gran campo de visión que ofrece es un factor determinante para su elección. Además, siempre que te permita ver perfectamente a cualquier distancia, puedes elegir la montura que prefieras, así que la estética no va a ser un problema, podrás ir con las gafas que más te gusten. Ya no tienes excusa, puedes ver bien y con estilo.