Mascarillas de belleza para hacer en la cuarentena con lo que tienes en el frigo

La reclusión forzosa impuesta por el coronavirus te ha pillado con la despensa beauty en horas bajas. Se te han acabado las mascarillas y otras cremas, y no es momento de salir de compras. Tranquilas y tranquilos (ellos también se cuidan), en la ‘otra’ despensa, la de la cocina, tenemos ingredientes para que la piel luzca en todo su esplendor. Te pasamos las mejores recetas para hacer una mascarilla de altas prestaciones ¡con lo que tienes en el frigo!

Antes de empezar, como en todas las mascarillas, es necesario que la piel esté previamente limpia. Los tiempos de exposición que te ofrecemos son siempre mínimos, pero pueden ampliarse en la mayoría de los casos. No hay efectos secundarios al tratarse de ingredientes naturales, excepto si hay alergias o intolerancias a alguno de ellos. Si es así, prueba con otra de las recetas.

Siempre es aconsejable retirar estas mascarillas con agua tibia y cerrar los poros con un tónico. Si estamos cortos de tónico, bastará el agua fría.

Necesitas: un plátano y cuatro cucharadas de azúcar.

Mezcla bien los ingredientes, sin que quede una consistencia demasiado aguada. Si esto pasa, añade más azúcar. Repartir generosa y uniformemente por el rostro y deja reposar la mezcla media hora. Los granos de azúcar favorecen el efecto arrastre de todos los peelings y el plátano aporta la hidratación necesaria para impedir una exfoliación demasiado agresiva.

Necesitas: una cucharada de zumo de naranja y una cucharada de bicarbonato.

Tras mezclar los ingredientes para formar una pasta, extiéndela por el rostro y déjala actuar un cuarto de hora. Antes de aclararla, masajea el rostro: la acción exfoliante del bicarbonato arrastrará todas las impurezas. Aunque parezca que los puntos negros solo se dan en pieles jóvenes o grasas, la realidad es que el sebo de la piel tiende a encapsularse en las epidermis maduras. Si, además, durante la cuarentena no haces los mismos rituales de belleza porque crees que la piel se ensucia menos, es posible que aparezcan los temidos puntos negros.

Necesitas: dos cucharadas de miel y dos cucharadas de zumo de limón.

Crea una pasta y extiende la mezcla por cara y cuello durante media hora. Los beneficios cosméticos de la miel y limón son conocidos desde la Antigüedad. Mezclado con azúcar ha sido el sistema de depilación favorito desde los egipcios y aún hoy se realiza en muchos países de Oriente Medio. El limón solo, por su parte, además de sus propiedades antisépticas, se utiliza como blanqueador natural para, por ejemplo, mejorar el tono de las uñas.

Necesitas: medio aguacate maduro y media taza de salvado de avena.

Cocina la avena y aplástala junto al aguacate con un tenedor. Deja reposar la mezcla por todo el rostro durante 15 minutos y, tras aclararte, descubrirás una piel increíblemente jugosa. Si no tienes avena, también puedes hacer la mascarilla emulsionando el aguacate con aceite de oliva, otro indispensable de la despensa 'beauty'.

Necesitas: una cucharada de café molido, una cucharada de miel y una cucharada de yogurt

Mezcla los ingredientes y extiéndelos por la cara al menos 20 minutos. Mientras enjuagas el rostro con agua tibia, date un masaje, siempre ascendente, para mejorar la circulación. Es mejor que los ingredientes de esta mascarilla, preferiblemente el café, sean orgánicos. El café es otro viejo aliado de la cosmética. En infusión es un tinte natural que puede ayudarnos a disimular las canas (quizá indisimulables durante la cuarentena).

Necesitas: dos cucharadas de jugo de tomate natural, cinco gotas de jugo de limón y media cucharada de harina de trigo

Crea una pasta con todos los ingredientes y extiéndela por el rostro, evitando cuidadosamente el contorno de ojos. En esta ocasión, sí es importante el tiempo de exposición porque el limón y el licopeno del tomate son dos potentes vasoconstrictores que contribuyen a eliminar la coloración de las ojeras. El tomate, de hecho, es uno de los últimos descubrimientos de la cosmética y varias marcas han creado una línea de tratamiento a base de este producto, que, curiosamente, desde el punto de vista botánico, es una fruta.

Necesitas: una cucharada de zumo de limón, una cucharada de canela, una cucharada de miel, una cucharada de nuez moscada

Por la acción del limón y canela, muy potentes, esta mascarilla no vale para todo el rostro, sino solo para las manchas. Bate todos los ingredientes hasta lograr una mezcla cremosa. Frota en círculos en las áreas afectadas y déjalas cubiertas durante 20 minutos. Si te sobra, puedes aprovechar para exfoliarte los labios. El exfoliante labial también puedes hacerlo con miel y azúcar. En cualquier caso, después de una exfoliación de labios, hay que hidratarlos en profundidad.

Necesitas: tres cucharadas de arroz, una cucharada de leche y una cucharada de miel

Cuece el arroz, escúrrelo y reserva el líquido de cocción. Pasa el arroz cocido por agua fría. Añade la leche y la miel. Cuando tengas la mezcla, extiéndela por cuello y rostro, déjala reposar media hora. Retírala con el agua de arroz reservada de la cocción. El agua de arroz es un ingrediente clásico en los rituales de belleza chinos. Es el responsable del color y la textura aterciopelada de las pieles orientales.

Necesitas: medio aguacate, medio plátano, un huevo, media manzana, media patata, dos cucharadas de miel, cuatro cucharadas de aceite de oliva extra virgen.

En un cuenco machaca medio aguacate y añádelo a un recipiente. Machaca también medio plátano y agrégalo al recipiente con el aguacate. Bate un huevo y añádelo a la mezcla. Añade también dos cucharadas de miel y cuatro cucharadas de aceite de oliva extra virgen. En licuadora o batidora licúa media manzana y media patata cruda y únelo al resto de la mezcla. Forma una pasta y aplícatela en la cara, al menos media hora. Es la mascarilla más engorrosa de hacer, pero sus resultados son espectaculares: a la hidratación del aguacate se unen las proteínas del huevo y el poder reparador del aceite de oliva, el oro líquido.

Necesitas: tres cucharadas soperas de yogurt y una cucharada de zumo de limón.

En un bol mezcla los ingredientes evitando el contorno de ojos y boca. Extiende la mezcla por toda la cara durante 20 minutos y aclara con agua tibia. Esta mascarilla es tonificante por la acción del limón, uno de los alimentos más ricos en vitamina C, y por el poder hidratante del yogurt y sus lactobacilos, que también contribuyen a la luminosidad de la piel. En definitiva, un ‘boost’ de luz y energía.