Estar a los 70 como a los 50: el método de la 'abuela fitness' para perder grasa
Gladys Bravo se quedó sin trabajo a los 55 años y empezó a tonificar su cuerpo, ahora es modelo de lencería y campeona de culturismo
Con 69 años lleva una dieta restrictiva, hace deporte cada día y también saca tiempo para meditar
"No me arrepiento de no haber empezado antes porque siento que mi momento es ahora"
La edad es solo un número y son muchos los adultos que lo han demostrado, dando mil vueltas a los más jóvenes. A sus 69 años, la chilena Gladys Bravo no aparenta ni de lejos la edad que pone en su documento de identidad. No solo hablamos de su piel tersa, también de su cuerpo escultural, nunca mejor dicho. Tras años dedicándose al deporte ha logrado llegar a sus casi 70 años con un cuerpo fibrado gracias al que hace solo unos meses ganó un campeonato de fisicoculturismo en Sudamérica. Pero es que no solo es eso, también dedica parte de su vida profesional a ser modelo de lencería. ¿Cuál es su secreto?
Bravo siempre fue una mujer deportista que le buscaba un hueco al ejercicio físico en su día a día, pero realmente no fue hasta que cumplió los 55 años y se quedó sin trabajo, era secretaria, cuando comenzó a dedicarse en cuerpo y alma al deporte. No obstante, hasta hace cosa de tres años no empezó a competir de forma profesional gracias a la ayuda de un entrenador personal y un nutricionista que se encargase de revisar su alimentación.
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Deporte, alimentación y meditación
Su alimentación es muy restrictiva para conseguir mantener sus músculos y ni un gramo de grasa. Por lo general hace cuatro comidas diarias: un desayuno después de entrenar, almuerza, una pequeña merienda por la tarde y la cena. Realmente algo normal, pero no puede comer de todo. "Como arroz integral, todo tipo de ensaladas, más verdes, con brócoli o lechuga, pescado, carne sin grasa a la plancha, pollo, o pan de molde integral, todo saludable", explica.
Si la comida es importante, más lo es su entrenamiento. Cada día, sí, va de lunes a domingo al gimnasio, pasa una hora y media entre máquinas y entrenamientos para trabajar cada jornada grupos musculares diferentes, además de su entrenamiento cardio.
"Me siento fantástica, soy prudente con las cargas y le he dicho a mi familia que mientras me sienta bien, lo voy a hacer. Mi marido me dice que tengo para rato, aunque sé que en algún momento no voy a poder hacer lo que hago", cuenta. "No me arrepiento de no haber empezado antes porque siento que mi momento es ahora", ha declarado.
La edad no es un problema para ella y ha contado que ahora, a sus 69 años, es el momento en el mejor se encuentra físicamente. "La edad es solo un número, no te encasilles en 'tal vez es tarde para mí'. Concéntrate en lo que quieres para ti, nadie más lo hará. Decide por ti, no escuches la negatividad, eso habla de insatisfacción personal, no de ti. Brilla como la luz que eres", escribía en una de sus publicaciones de Instagram.
Además de la alimentación y el deporte, también dedica parte de su tiempo a la meditación, su método no es ningún secreto porque lo expone cada día en su Instagram. Todo ello ha hecho que muchos la conozcan como la abuela fitness. Tanto su marido como sus hijos la apoyan en todo lo que se propone y, según contó, uno de sus nietos le dijo a su hija que cuando va a casa de alguno de sus amigos "las abuelitas de ellos no son como la mía".