Si ganar peso nunca es una buena noticia, acumular kilos en la zona del vientre es peor. La grasa abdominal es una de las zonas más difíciles de adelgazar. No suele responder a las dietas y con la edad se convierte en el área más rebelde. Al cumplir años, el metabolismo se ralentiza y es habitual engordar, acumulando más kilos en vientre y flancos.
La grasa abdominal, además, es peligrosa y supone un factor de riesgo frente a las enfermedades cardiovasculares y todo lo que va asociado. Deshacernos de esa barriga, que hasta hace unos años se llamaba extrañamente 'curva de la felicidad', ya no es solo una cuestión de estética, sino de salud.
Las mujeres que tienen un perímetro abdominal superior a los 88 centímetros y los hombres que superen los 102 centímetros son los que tienen un riesgo más elevado, según la Asociación Española del Corazón. Pero hay buenas noticias: un actor japonés de 64 años ha inventado una técnica rápida y eficaz para acabar con el temido 'flotador'.
Miki Ryôsuke, de 64 años, consiguió adelgazar 13 kilos y perder 11 centímetros de cintura en unas pocas semanas después de desarrollar una técnica propia creada, en principio, para acabar con sus dolores de espalda.
Después de practicarla durante unas cuantas semanas, comprobó que el dolor de espalda -las lumbalgias son una de las razones más comunes de absentismo laboral- había desaparecido y el anillo de grasa de alrededor de su tripa se había esfumado.
La invención de Ryôsuke se conoce como "la dieta de la respiración prolongada" y consiste en detenerse en una posición practicando lo que se llama 'coherencia cardiaca': inspirar por la nariz durante cinco segundos, mantener el aire y exhalar con fuerza entre cinco y siete segundos. Esta técnica se utiliza también en algunos tipos de yoga y durante la realización de ciertas meditaciones. Se trata, por tanto, de un recurso bien conocido de la medicina ayurvédica.
La explicación de por qué se disuelve la grasa es que los lípidos se componen esencialmente de oxígeno, carbohidratos e hidrógeno. Cuando el oxígeno que inhalamos llega a las células grasas, estas se descomponen en agua y carbono. Según esta técnica, las respiraciones conscientes y prolongadas ayudarían a combatir los kilos de más.
Después de mostrar su evidente cambio físico, el actor se animó a compartir su método. Para los que practiquen yoga, se trata de una variación de la postura del guerrero. En cualquier caso, los movimientos son sencillos:
1. Adelanta un pie y aprieta los glúteos. La mayor parte del peso corporal debe reposar en el pie que queda atrás.
2. Inhala por la nariz durante 5 segundos logrando que el aire llegue al final del tórax. Lo notarás porque el vientre se hincha. Al tiempo, debes levantar los brazos por encima de la cabeza.
3. Exhala el aire por la boca con fuerza (incluso apoyándote de algún sonido) entre 5 y 7 segundos contrayendo todos los músculos de tu cuerpo.
Si bien este ejercicio puede ayudar a perder peso, y, sobre todo, ayuda a oxigenar los órganos y a estirar músculos y vísceras, si el objetivo es perder peso, la dieta sigue siendo crucial.
Para perder grasa del abdomen hay que reducir los hidratos de carbono y no las grasas, sobre todo cuando son saludables. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) compararon los efectos en la salud cardiovascular de perder peso con una dieta baja en carbohidratos frente a una dieta baja en grasas.
El resultado fue que aquellos que habían hecho una dieta baja en carbohidratos perdieron más de cuatro kilos respecto a los que habían seguido un régimen bajo en grasas. Como beneficio adicional, las dietas bajas en carbohidratos no implican pérdida de músculo. Y si eres de los que estás enganchado al pan, galletas, postres o bebidas carbonatadas, empieza a consumir opciones más sanas, como verduras, frutas, encurtidos y frutos secos crudos.
Si quieres tener éxito en el objetivo de adelgazar, habrá que olvidarse de las calorías y empezar a pensar en qué energía obtenemos con ciertas calorías. Las llamadas 'calorías vacías', por ejemplo, las del alcohol o los snacks, son los primeros alimentos que debemos evitar. Será el primer paso entre los cambios de hábitos alimentarios que debemos acometer.
Tampoco es necesario contar calorías y sí empezar a mirar etiquetas. No se trata de hacer una dieta de un mes, sino cambiar determinados hábitos alimentarios de tu vida. Evitar los procesados y ultra-procesados será el siguiente paso.
Este tipo de alimentos tienden a ser altos en azúcar, sal y grasas saturadas, componentes asociados a la diabetes, a las enfermedades cardiovasculares y a ciertos tipos de cáncer. En concreto, el azúcar oculto no solo es malo para la salud, sino que acelera un proceso llamado glicación, por el que se interrumpe la síntesis de colágeno, la proteína que interviene en la flacidez de la piel y la formación de arrugas.