Es uno de los problemas más tratados de la estética. Solo hay que ver el boom de mascarillas, aparatos y tratamientos que prometen su desaparición. Eliminarla en una mesa de operaciones también es una de las opciones más demandadas de la cirugía estética. Nos referimos a la papada, ese doble mentón que afea la expresión de muchos rostros. Para saber cómo y por qué se produce, hemos hablado con Yvette Pons, terapeuta con más de 30 años de experiencia y creadora de Sulyfht, el lifting manual formado por más de 430 movimientos que combinan técnica de pianista, drenaje, despegue epicraneal, oseopresiones, planchado... Nadie mejor que ella para aclarar dudas sobre esos centímetros de más que tanto nos preocupan.
¿Por qué aparece la papada?
Hay diferentes factores. El primero es el anatómico, el que depende de la estructura ósea de cada persona. Hay personas que tienen un ángulo mandibular muy corto y tienen la barbilla retraída hacia atrás. Normalmente, estas personas tienen el maxilar superior e inferior hacia delante y suelen ser personas que no pueden cerrar bien la boca, por ejemplo, cuando están durmiendo y siempre la tienen un poquito entreabierta.
¿Por qué ocurre eso?
No tienen un buen apoyo en su paladar y esto hace que todos los músculos sublinguales estén menos tonificados. Este tipo de morfología hace que haya poco espacio debajo del mentón, y esto provoca que tengan más bloqueo en su sistema linfático, en los ganglios submentonianos. Por ahí, va a haber más retención de líquidos a medida que se hacen mayores. El sistema linfático sirve para eliminar líquidos y macromoléculas, grasa. Por eso, aunque no haya sobrepeso, estas personas tienen tendencia a tener doble mentón. Y si acumulan peso, se agranda esa zona.
¿El aumento de peso, entonces, es importante?
Las personas con sobrepeso van acumulando grasa en todo su cuerpo, también en el cuello y en la zona de la mandíbula. Pero hay otra causa que produce la papada. Hay un tipo de personas con un tipo de funcionamiento arterial, a nivel vascular, que combustionan mucho. El sistema arterial es el encargado de transportar los nutrientes y el oxígeno a todas las estructuras del cuerpo; entre ellas, los tejidos y piel.
¿Qué ocurre en ese caso?
Cuando se envían muchos nutrientes a las células, las células los metabolizan. Se quedan lo beneficioso para abastecer a los órganos, la piel y la musculatura, y lo que no necesitan lo desechan en los tejidos, en el espacio intersticial, donde está precisamente el líquido intersticial. Ahí se acumulan macromoléculas, grasas, exceso de proteínas, etcétera. El sistema linfático es el encargado de deshacerse de esto, pero si el sistema arterial transporta muchos nutrientes, el sistema linfático, a veces, no tiene la capacidad de eliminarlo todo muy rápidamente.
¿A simple vista, puedes reconocer a las personas con un funcionamiento arterial tan alto?
Sí, son personas con músculos faciales bonitos, tejidos turgentes, tejidos fibrosados, músculos muy tonificados, grasa acumulada y retención de líquidos. Sus tejidos tienden a caer por la gravedad, como los de todos, y por el acúmulo de peso que hace que tengan cierto descolgamiento en el óvalo facial y presentan acumulación de grasa debajo del mentón. Al haber un déficit en la eliminación de líquidos por un mal funcionamiento del sistema linfático, el cuello es el primer afectado, ya que las vías linfáticas importantes que drenan la cara y la cabeza pasan por los laterales del cuello, en el músculo esternocleidomastoideo, y terminan en las clavículas, que son los conductos torácicos que drenan todo al sistema venoso.
¿Hasta qué punto afecta la postura?
Cuando no tenemos una buena postura corporal, con los hombros hacia delante, lo que estamos haciendo es bloquear los ganglios del cuello, los subclaviculares, donde están los conductos de salida de la linfa. Si adelantamos los hombros o los subimos, el eje cervical se proyecta hacia delante y esto provoca que tejidos grasas y líquidos se retengan en el doble mentón. El músculo platisma, que está en el cuello, pasa por encima de las mandíbulas y se inserta en las clavículas, se acorta y vuelve a haber un bloqueo de drenaje de la zona. Si esto sucede a lo largo de los años, ganaremos volumen en la zona mandibular y submentoniana.
¿Qué pasa si este eje cervical pierde su ángulo?
Si este eje se dobla, nos afecta. Piensa que si, por ejemplo, la pelvis está en ante o retroversión, hacia delante o hacia atrás, la columna puede sufrir escoliosis, cifosis o lordosis. Cuando hay estos cambios de la pelvis, taambién sufren las fascias abdominales, se tensan y tiran de las pectorales, y, al tiempo, el diafragma se cierra. Todas estas fascias pectorales están entrelazadas con el músculo platisma (el que va del pecho a la mandíbula), que se tensa y tira de la mandíbula hacia abajo, desdibujándola y provocando todo el descolgamiento del mentón.
Hablas también del diafragma, ¿qué importancia tiene para la aparición de la papada?
El diafragma de las personas muy nerviosas o inseguras que respiran mal también tira de las fascias abdominales y pectorales. Y esto, automáticamente, tira de los hombros hacia delante, así como del platisma y del cuello. La alteración de la zona mandibular puede empezar no solo por detrás, por el eje cervical, sino por delante, por una mala respiración diafragmática.
La papada a veces es la consecuencia de un problema de salud, como cuando hay hipotiroidismo, ¿pero también puede ser indicio de patologías importantes?
En muchos casos de papada hay obesidad y eso es una enfermedad. También hay investigaciones que indican que una cierta adiposidad en el cuello o mucha grasa en esta zona, en el bajo mentón, sí puede provocar problemas cardiometabólicos, lo que se traduce en problemas de corazón.
¿Qué tips nos aconsejas para evitar la papada?
Si es por sobrepeso, una alimentación equilibrada, no dieta. Hay que educarse en comer bien, adquirir unos hábitos alimenticios para que cada uno esté en el peso que le corresponde según su constitución. Después, si hay un problema postural, hay que ir a buen corrector postural. Siempre lo recomiendo: acudir a personas especializadas en corrección postural, ya sean osteópatas o fisioterapeutas, que ayuden a recolocar el cuerpo, desde los pies, rodillas, columnas y cervicales, que les ayuden a respirar bien con el diafragma para estirar todas las fascias anteriores del cuerpo, abdominales y pectorales.
¿Qué más aconsejas?
Hay que hacer un buen ejercicio que recoloque la estructura ósea, que mantenga las articulaciones bien protegidas. Para ello, es importante tonificar la musculatura profunda. Y esto lo hace un buen pilates o un yoga dinámico. Los estiramientos son igualmente importantes porque cuando nos estiramos ayudamos que los huesos estén en su sitio. Cuando los músculos se acortan, los huesos se modifican. Lo vemos en la gente mayor, los glúteos, por ejemplo, se van hacia dentro, la cadera y el abdominal hacia fuera y doblan sus rodillas al caminar porque se les acortan todos los isquiotibiales por detrás de las rodillas.
Pons asegura que la papada no está unida irresolublemente a la edad y que podemos evitarla teniendo en cuenta esta serie de recomendaciones: