Se anuncia como bótox capilar; sin embargo, ni contiene la famosa toxina botulínica ni se inyecta. Lo que la marca sí consigue es que asociemos el efecto rejuvenecedor del bótox al pelo, pero nada más. ¿Qué es, entonces, el bótox sin bótox que se anuncia en tantas peluquerías y centros de belleza?
Desde hace unos años, la toxina botulínica se ha empleado para combatir problemas tanto estéticos como de salud. Las arrugas faciales y de expresión, la sudoración excesiva de las axilas o manos, la distonía cervical, el estrabismo, el parpadeo incontrolable e incluso la incontinencia urinaria se han tratado con bótox.
Lo único que comparte el bótox capilar con el bótox médico-estético es la búsqueda de una mayor vitalidad, en este caso en el pelo, y un resultado más duradero respecto al uso de mascarillas, ya que dura unos tres meses. Esta especie de tratamiento 'anti-arrugas' capilar consiste en la aplicación de un cóctel de vitaminas, aminoácidos, proteínas, ácido hialurónico y colágeno. Lo mejor es que todos los ingredientes deben ser completamente naturales, sin queratina ni formol, y sus principales beneficios son rejuvenecer el pelo desgastado por el abuso de tintes o radiaciones solares, dar un chute de brillo, alisar la cutícula y reducir el encrespamiento. El efecto es el de un pelo sano y mucho más liso, son los efectos perniciosos de otros alisados.
Como ves, aporta beneficios para el pelo, pero de bótox no tiene nada. Si quieres probarlo, confirma siempre en tu salón de peluquería que tiene buenos componentes y que son todos naturales.
Como decíamos, las aplicaciones en medicina estética del bótox son muchas, pero no sirve para todo. A veces oímos "se ha puesto bótox en los labios". En ese caso, cuando hay un aumento de labios, probablemente no hay toxina botulínica detrás, sino ácido hialurónico o grasa del propio paciente, entre otras sustancias posibles.
El bótox y el ácido hialurónico son dos grandes aliados para mantener la juventud del rostro, pero cada uno tiene un cometido: el bótox se encarga de paralizar o relajar la musculatura, reduciendo las arrugas de expresión por movimiento, y el ácido hialurónico rellena las arrugas o surcos del rostro.
Ambas sustancias sirven para dar ese aire menos cansado que suele afectar a hombres y mujeres a partir de los 50. Pero también hay diferencias entre ellos: el ácido hialurónico puede permanecer hasta un año, mientras que el bótox dura de seis a nueve meses. Por último, el bótox no puede inyectarse en embarazadas.
Es otra frase que se oye comúnmente: cuando vemos a alguien con una boca más compacta y voluptuosa decimos que "se ha operado los labios". Hay que diferenciar entre medicina estética y cirugía estética. La medicina estética realiza pequeñas intervenciones en las que solo se emplea anestesia tópica o local. Normalmente son intervenciones ambulatorias que ni siquiera necesitan reposo en casa.
Por su parte, la cirugía estética realiza técnicas de cirugía mayor que requieren anestesia general e incluso ingreso hospitalario, aunque es cierto que ambas pueden complementarse para obtener mejores resultados. Volviendo al caso de los labios, lo habitual es que se utilicen rellenos de ácido hialurónico, de colágeno o de la propia grasa del paciente. El procedimiento es ambulatorio y no impide hacer vida normal, aunque la inflamación en la zona puede durar algunos días. Antes de someterse al tratamiento, hay que valorar muy bien con el profesional que nos trata sobre las condiciones e idoneidad de la intervención.