El e-commerce ha crecido de manera exponencial durante la cuarentena. Aunque la venta on line de ropa no ha sido una de las más beneficiadas por el fenómeno, la inquietud ante el contagio y un hipotético rebrote de la pandemia se mantiene, así que es muy probable que continuemos comprando ropa en tiendas virtuales. Y si queremos hacerlo bien, sin sustos ni engorrosas devoluciones, hay que conocer las reglas de este juego. Para ello, contamos con la estilista Susana Macpherson, una upper que lo sabe todo sobre moda y sobre lo que podemos esperar o no de un estilismo. Estos son sus consejos.
Muchas marcas se han deslocalizado hace tiempo y producen en China y en otros países asiáticos. Esto ha supuesto una revolución en el tallaje, normalmente mucho menor que el europeo. Por otra parte, en Europa tampoco hay una unificación de tallas. En todo este lío, ¿podemos fiarnos del tallaje online? "Sí, en general, te puedes fiar", afirma Susana Macpherson. "Al principio tal vez metas la pata un poco, prueba-error… pero es fácil de devolver y el servicio es rápido y eficaz. Una vez que conoces las marcas que te gustan y mejor te sientan, el tallaje no es un problema", explica.
Además, para evitar sobresaltos, normalmente las marcas y las plataformas de venta online ofrecen las medidas exactas a las que corresponde cada talla. Puedes pegarte el susto de que lo que para ti era una M (Mediana) de pronto es una L (Grande). Pueden ocurrir dos cosas: o el tallaje es de Extremo Oriente o en la cuarentena no has perdonado un aperitivo 'confinado'. En cualquier caso, compra siempre de acuerdo a tu talla real. No hay nada peor que una prenda pequeña que marque innecesariamente o una grande que nos arruine la figura.
Los cortes fluidos, las líneas A, unos hombros marcados, cintura entallada sin excesos; en las chaquetas, largos que disimulen unas caderas quizá más anchas de lo habitual; en el escote, cuidado con los cortes en pico si tienes mucho pecho (y no te apetece exagerarlo)… Estos son, en general, los patrones que pueden ayudarnos a realzar o no la figura. Porque la ropa que favorece siempre tiene, como primer objetivo, estilizar. "No nos engañemos, los kilos de más van siempre en nuestra contra, a menos que te sientas bien y te gustes con ellos y no te importe que la ropa te quede de otra forma, no como a la modelo", señala la estilista.
En su opinión, sin embargo, el peso no es lo más importante, sino nuestro autoconcepto. "No hay que estar muy delgada ni gordita, con tener un peso normal que te permita tener una autoestima saneada y te proporcione la imagen de ti misma que te gusta, no hay problema. Nada te pone años más que tú misma, por falta de imaginación, valentía o desconocimiento de tu personalidad y morfología. Una buena sonrisa, sencillez, algo sobrio que se deslice con suavidad por tu cuerpo es caballo ganador”, explica.
El gusto personal y la sensación de comodidad y confort de cada uno marcan la pauta en este tema. Sin embargo, los tejidos naturales y con caída son una apuesta segura. "A veces te decepcionas porque el material tiene mucha fibra y no has visto fácilmente la composición", advierte Susana Macpherson. Por esta razón, es importante fijarse en la descripción del tejido de las prendas que vayamos a comprar. En líneas generales, las telas segunda-piel, como la lycra, algunos rasos y algunas fibras sintéticas, es difícil que sienten bien. Aún así, en la moda, lo que prima es la experiencia del usuario. "Tengo 64 años y no evito géneros ni telas, salvo las transparencias que no me favorezcan. Creo que siempre y cuando el tipo de tela tenga armonía con el modelo que te pruebas, es válido", afirma esta experta.
En opinión de la estilista, especializada en encontrar la paleta que más favorece a sus clientes, los colores sólidos siempre resultan más elegantes y son un aliado a la hora de estilizar la figura. Sólidos, pero no aburridos: "Me gusta la ropa bien cortada, sobria y de color, colores alegres para el día y para la noche: azul noche, verde botella o morado con unos buenos pendientes o un buen broche. A veces solo necesitas un pequeño detalle para que el look se convierta en especial”, explica la experta. Un buen accesorio siempre 'sube' la temperatura de cualquier estilismo, así que conviene hacerse con alguna pieza de impacto o rescatarla del fondo del armario.
En cuanto a estampados, algunos pueden ser 'matadores': motivos demasiado grandes y con demasiados tonos, rayas en horizontal, diseño vulgar o poco acertado… Si, además, el tejido no es de calidad, acabaremos devolviendo la prenda.
Talla, patrón, tipo de tela y colores o estampados son las referencias que tenemos que tener claras antes de lanzarnos a comprar a golpe de ratón. ¿Hay alguna otra pauta? Susana Macpherson nos regala unos cuantos tips.