Cargas con tu barba como lo haces con tu destino, y a veces las cosas se tuercen: no consigues darle forma recta y mandibular, o peor, la tienes más dura que la suela de una alpargata y tu pareja ya anda quejándose de que le has dejado el Guernica cuando os besáis.
Es una realidad: las barbas duras, secas e impenetrables traen con ellas molestias como el picor, la descamación y la pérdida de pelo al domarlas con el peine, así que es importante ponerle remedio cuanto antes y obedecer las recomendaciones de barberos y sabios en cuestiones de pelo facial. Tratar a la bestia para dejarla ‘vella’.
Te damos algunos consejos para tener la barba tan suave como la túnica de un sueño.
No te atormentes. Puede deberse a un buen montón de imponderables: condiciones climáticas (viento, sol), dureza del agua con que la lavamos, puntas abiertas, falta de humedad o un recorte excesivo, una de las causas menos conocidas. Arreglarte la barba con la tijera todos los días como un maniático la va a endurecer sí o sí.
1.Péinala y te lo agradecerá
Te sorprendería la cantidad de gente que deja que su barba se ‘maneje sola’ bastantes días de la semana. Luego llega el momento de peinarla y la cosa se pone complicadísima. Está enredada, y además se ha endurecido y la notas reseca. Pasa un dedo y compruébalo. Ahí dentro no entrarían ni los troyanos en su caballo.
El primer básico para tener una barba suave y poco cariacontecida es que nos la peinemos todos los días al levantarnos, y después del afeitado y la ducha. De este modo conseguirás que conserve su estructura y que sea mucho más fácil aplicar la rutina de aceites.
2.Lávala sin pasarte
Suponemos que ya estás versado en el arte del cuidado de tu barba y le has hecho la señal de la cruz al champú de cabello, que no es adecuado para el lavado, al contar con un ph distinto al de un champú especializado.
No es necesario lavar la barba demasiado; eso la va a resecar mucho y te va a obligar a neurotizarte con el asunto de la limpieza. Sí es bueno mantener una rutina de lavado cada dos o tres días que la suavice, elimine la grasa y los pelos atrapados, y la deje cuidada e hidratada.
3.Suavizante de barba
El único inconveniente es que si nos acostumbramos a usarlo demasiado, la barba se endurecerá cada vez más rápido. Con todo, es una opción excelente para complementar con un buen champú de barba durante la ducha.
4.Recortar con tijeras
Antes no te hemos dicho que no te la recortes, sino que lo hagas en el timing correcto. Moldear la barba con las tijeras ayuda a ‘mover el pelo’: peinarlo hacia arriba y dejarlo otra vez en su sitio. Mejor encomendarse a un barbero que dejárselo todo a tu espíritu manostijeras.
5.Uso de aceites de calidad
El aceite espesa la barba, la nutre y repara, y sobre todo, es una fuente fundamental de hidratación junto con el champú. Hay de muchísimos tipos que puedes investigar para saber cuál te va mejor (funciona más o menos igual que con la colonia: afinidad al olor y al resultado).
Uses el que uses, lo único importante aquí es mantener esa rutina como mantienes tu fe en tu equipo de fútbol o en tu grupo de rock favorito. 4 o 5 gotas diarias y un buen masaje para que penetre en la piel que tienes debajo del pelo. Escoge uno de buena calidad aunque tengas que gastarte un poco más, haz el favor, es dinero bien invertido.
6.Bálsamos de barba para un mejor resultado
El siguiente paso al aceite para los que quieren un extra de hidratación en la barba y un ronroneo de gato de su pareja al tocarla. El bálsamo es un producto más especializado, hecho para un control total: nutre y repara un poco más que el aceite. Suele costar un dolorcito más: lo nota el bolsillo.
Existen muchos remedios caseros que se pueden utilizar para conquistar la barba más suave del mundo. Además, desodorizan, perfuman, cierran los poros y favorecen el crecimiento del pelo. Te dejamos tres.