En 2019, en todo, el mundo, se realizaron más de 10.000.000 de intervenciones de medicina estética, según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Estética (ISAPS). La liposucción, la rinoplastia y el aumento de busto son las más habituales. Pero también destacan otros retoques más fáciles de realizar, como los implantes de biomateriales, como el ácido hialurónico, en pómulos, labios, pecho y otras partes del cuerpo.
Lo relevante ahora, en plena campaña de vacunación contra el coronavirus, es la reacción inflamatoria que el antídoto ha desencadenado en algunos pacientes con este tipo de implantes. ¿Hay alguna relación entre la vacuna y los rellenos de ácido hialurónico o con otros biomateriales? Hablamos con Jaume Alijotas, jefe del grupo de Investigación en Enfermedades Autoinmunes Sistémicas del Instituto de Investigación del Hospital Vall d'Hebron.
¿Existen riesgos para las personas que llevan implantados biomateriales, como el ácido hialurónico, relacionados con la vacuna de la COVID 19?
No ha pasado nada que no fuera esperable, mas que unos pocos casos que han tenido una respuesta exagerada en los puntos donde llevan los biomateriales. Que sepamos, este tipo de vacunas (de momento hay dos, las que son fragmentos de RNA o ácido ribonucleico vírico y las que van mediadas por el virus modificado) han causado solamente algunos problemas en personas que llevan ácido hialurónico o algún otro biomaterial. En España hay unos cinco casos y en Estados Unidos unos pocos más.
¿El biomaterial es el desencadenante?
El desencadenante es la vacuna o algunos de los productos que lleva la vacuna, que puede ser tanto la antigripal como la COVID 19. Hay un mínimo riesgo en aquel colectivo que lleva un biomaterial, deben tener, además, una determinada base genética que los hace muy susceptibles a una respuesta inflamatoria secundaria, en este caso a la vacuna. Es un porcentaje muy pequeño y no se puede decir que no se deban vacunar. La incidencia es muy baja, pero existe.
¿Cree que las personas con implantes de biomateriales pueden suponer un grupo de riesgo?
Hay centenares de personas vacunadas [millones en todo el mundo]. Bien es verdad que hay mucha gente muy mayor que no lleva biomateriales o personal sanitario, que llevan muy pocos. Es posible que haya una mayor explosión cuando se vacune a personas entre 20 y 50 años. Pero en cualquier caso sería una minoría y llevar un biomaterial no sería motivo para no vacunarse.
¿Es irrelevante que la vacuna se administre en dos dosis o en una dosis única?
Otra cosa distinta es que estos escasos casos que llevan biomateriales y que están pendientes de una segunda dosis. Hasta que no tengamos más información recomendamos que no se pongan una segunda dosis. Si tras la primera, en una o dos semanas desaparecen los brotes inflamatorios en los lugares donde llevan puesto el biomaterial, ya sea en la cara, mamas o glúteos, en estos casos, la segunda dosis empeoraría lo que sucedió en la primera.
¿Qué se está haciendo al respecto?
Estamos trabajando en unos proyectos que esperamos que alguien pueda financiar para perfilar mejor qué hacer o no hacer de cara a la población general. La gente que quiere ponerse biomateriales debe seguir poniéndoselos y debe seguir vacunándose, pero sí deberíamos estar preparados por si en unos meses o en un año aparecen problemas, que serán pocos, pero alguno aparecerá y debemos saber que tenemos que hacer. Son una minoría, pero esta minoría cuando la multipliquemos por millones de personas implantadas y millones de personas vacunadas, ya no será una minoría.
Estos pocos casos que han dado una respuesta inflamatoria, ¿se sabe si las personas llevaban mucho tiempo con el biomaterial implantado?
Los casos que han dado respuesta inflamatoria llevaban mucho tiempo con el biomaterial implantado, no tiene nada que ver con la respuesta tardía inmunomediada con personas de cierto 'background' genético que las predispone. Por ejemplo, en concreto el ácido hialurónico no es raro ver problemas a los tres o cinco años post-implante porque cuando se implanta un biomaterial, poco o mucho, normalmente hace una respuesta inflamatoria porque es un cuerpo extraño contra el que nuestro sistema inmunológico reacciona.
¿Y qué consecuencias puede acarrear, pensando en la vacunación?
En algunos casos, los que tienen un especial 'background' o predisposición genética, o bien queda el material encapsulado que no acaba de degradarse o bien quedan células con memoria en la zona donde se implantó. Las células son muy sensibles y se pueden activar con un estímulo externo que actúa, no directamente contra aquella molécula que en su momento hubo, como la del ácido hialurónico, sino que actúan de una forma inespecífica, lo que llamamos 'efecto adyuvante': se pone en marcha la reacción inflamatoria, mucho más marcada donde hay células receptivas (donde se puso el implante).
Algunos médicos estéticos han dicho que hay que esperar un mes antes o después de la vacuna para implantarse un biomaterial, ¿le parece necesario?
Tan correcto o incorrecto sería decir uno como tres meses, no tiene base científica. Si me preguntara ¿cuánto tiempo habría que esperar antes o habría que esperar después? ¿Qué respuestas son las que son esperables? ¿Cómo se podría hacer un tratamiento preventivo? No tengo respuesta a ninguna de ellas. Sí que sabemos antes de la COVID lo que sucede con las respuestas tardías (entre seis meses y diez o 12 años) de ponerte el biomaterial. Se podría hacer un símil entre lo que hasta ahora hemos visto y lo que sucederá con esos casos seleccionados de la vacuna COVID 19, pero es especulativo, aún no lo sabemos.
¿Alguna recomendación?
La única que podemos dar con seguridad es que, si con la primera dosis de la vacuna se ha tenido una reacción inflamatoria importante, no debe ponerse la segunda. Y, en cualquier caso, para todo el mundo que lleve biomaterial, en el momento que haya vacunas coadyuvadas, esas en las que aparte del propio material ligado con el virus llevan una sustancia que potencia la respuesta inmunológica (todavía no las hay porque están en ensayos clínicos), les aconsejaríamos que no se las pusieran. Son vacunas mucho más potentes y si se tiene predisposición a una respuesta inflamatoria, cuanta más potencia, más desencadenante y mayor riesgo.
¿Alguna otra pauta?
Como ya he dicho antes, otra sugerencia para las personas que lleven biomateriales y hayan tenido respuesta inflamatoria tras la primera dosis, como ya están parcialmente inmunizadas y seguiremos con mascarilla mucho tiempo, de momento que no se pongan la segunda.
Para las personas que lleven biomateriales y que no hayan tenido ningún problema, como de momento no tenemos más información, que se vacunen, pero evitando, como he comentado, las vacunas adyuvadas cuando las tengamos. Y si es posible, elegir vacunas de una sola dosis. El problema es que no se podrá escoger porque aún no hay estudios hechos que demuestren nuestra hipótesis, pero mi recomendación es que esas personas deberían tener el menor contacto posible con lo que pueda ser un desencadenante, por tanto, es mejor una vacuna de una sola dosis, o de dos mejor que con tres. Éste sería un consejo de orden práctico basado en lo que sabemos de inmunología y sus respuestas con las vacunas en personas que puedan tener problemas.
¿Cuál es su recomendación final?
Que se vacune quien tiene que vacunarse. Quien haya tenido problemas con la primera dosis que no se ponga la segunda de momento y en cuanto al tiempo que hay que estar entre el implante y la vacuna o la vacuna y el implante no tenemos ni la más remota idea, pero el sentido común nos dice que cuanto más tiempo mejor.
La campaña de vacunación avanza en nuestro país y todavía existen interrogantes respecto a cuál se inoculará a cada grupo de edad. ¿No lo tienes claro? Echa un vistazo a este vídeo para disipar todas las dudas que tengas.