Lo del pan y las preferencias de cada uno en cuanto al de molde y al normal va en gustos, otra cosa son las calidades, texturas, sabores, ingredientes o contenido nutricional. Entre ellos hay bastantes diferencias y surgen dudas en cuanto a qué engorda más, el pan de molde o el normal. En Uppers hemos pedido a una experta en nutrición que nos las aclare.
Si tenemos oportunidad de ir a comprar el pan cada día o varias veces en semana a un horno o centro especializado lo habitual es escoger nuestros panes preferidos, como el de centeno, integral, maíz con pipas de calabaza, con cereales y semillas… Para aquellos con horarios incompatibles hay opciones muy ricas de pan de molde, aunque nunca tanto como las anteriores, pero en contrapartida duran más tiempo en perfectas condiciones.
Lo interesante es que las características nutricionales de cualquier pan, ya sea el tradicional o el de molde, dependerán de sus ingredientes concretos. Tanto es así que, tras analizar diversas marcas del pan de molde, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) concluyó que es un alimento “muy parecido” al de barra. La principal diferencia estriba en que el primero es “ligeramente más calórico” comparado con el segundo, según la OCU. En el de molde los fabricantes añaden un poco más de grasa al igual que una proporción superior de azúcar. No obstante, sopesando el aporte calórico de cada uno, el de molde aporta solo un 1% más de calorías a la ingesta de la dieta total diaria. Esto se traduce en que los panes de barra suelen tener unas 20 kilocalorías menos por cada 100 gramos. El pan de molde tiene 247 kilocalorías por cada 100 gramos y el pan de barra 225 kilocalorías por cada 100 gramos.
Otro aspecto es de dónde proviene esa grasa del pan de molde. Es difícil encontrar marcas que utilicen solo aceite de oliva, cuando lo habitual es que se emplee aceite de girasol. Los comercializados como integrales o de cereales y semillas también incorporan grasas poliinsaturadas, que son las saludables, que precisamente provienen de ellas. En cuanto a la sal, el de molde y el de barra suelen contener cantidades muy parecidas.
El estudio realizado por la OCU incluyó el análisis de 34 muestras de pan de molde blanco, integral y multicereales, con la finalidad de que el consumidor tenga claro cuál de todas es la opción más saludable. Entre las conclusiones destaca la recomendación de apostar por las referencias con fibra, en concreto con cereales, o las integrales para favorecer el tránsito intestinal. Los panes de molde blanco se elaboran con harinas refinadas y por tanto del cereal solo queda el endospermo, lo que supone un aporte de fibra muy bajo. En cambio, los tipos de pan de molde que son integrales o que incluyen cereales se producen con harinas de grano completo y en consecuencia proporcionan más cantidad de fibra. Esta característica también es extrapolable a la barras de pan tradicional, por tanto, lo más saludable sería consumir las barras integrales o las elaboradas a base de cereales completos.
No obstante, tras verificar el contenido de ciertas marcas de pan de molde blanco, la OCU ha comprobado que incorporan altos niveles de fibra porque uno de sus ingredientes es el harina de haba. Como contraste, no todos los panes de molde que se anuncian como integral son 100% integrales, ya que parte de la harina es refinada. De este modo, antes de comprar conviene dar la vuelta al paquete y comprobar los ingredientes y sus porcentajes concretos para estar seguros de su composición nutricional.
Por otro lado, los llamados multicereales no solo se producen con harinas integrales, sino que incorporan harinas refinadas. En ciertos tipos se añaden fibra o salvado además de cereales en grano o en copos y semillas que se aprecian en la superficie o en la propia miga. Sin embargo, en estos tipos igualmente hay que comprobar su composición. En ocasiones se anuncian con un número concreto de cereales y semillas cuando en realidad este porcentaje es “solo testimonial”, porque no supera el 1%.
Por último, los nutricionistas apuntan que ante una barra de pan blanco de trigo y una de pan integral de trigo, las calorías también son casi las mismas. La diferencia está en que el integral exige masticar más y genera una mayor saciedad por su contenido en fibra superior. La consecuencia es que al final se come menos cantidad del pan integral.