El actor Arnold Schwarzenegger es, desde hace unos años, un 80% vegano. Quiere decir que su dieta es preferentemente vegetal, pero, si el cuerpo se lo pide, no se priva de un bistec o el famoso schnitzel (escalope vienés). Su colesterol malo ha bajado tanto que su médico llegó a pensar que se había confundido de paciente. Diferente es la postura de Brad Pitt ante el veganismo. No solo no ingiere desde hace tiempo productos de origen animal, tampoco tolera que se tomen en su presencia. Tan implicado está que ha lanzado su propia línea de cosmética vegana y sostenible. La lista de actores que se están pasando a una alimentación más verde en la madurez es infinita. Demi Moore, por ejemplo, sigue un régimen crudivegano que completa con yoga y pilates para conseguir bienestar físico y mental.
La decisión de estos famosos se repite en todo el mundo, de manera que cada vez más personas descubren los beneficios de una dieta menos animal pasados los 50. José Ramón y Mónica, ambos de 56 años, son un buen ejemplo de lo que está pasando. Mónica empezó siendo vegetariana con 18 años y hace cuatro optó por eliminar por completo cualquier alimento de origen animal.
Alentado por ella, José Ramón se ha pasado a lo veggie, pero tomando el camino de Schwarzenegger, de manera que, de vez en cuando, se da un festín de jamón ibérico y barbacoa. Igual que el actor, es culturista. "Aún me tienen que convencer de que lo vegetal también desarrolla músculo", dice.
El perfil de esta pareja -atea, de izquierdas y con un par de gatos en casa- se ajusta a algunas de las curiosidades que ofrece la plataforma Día Mundial del Veganismo.
Así están las cosas en España, un país comprometido con lo vegetal, pero que al mismo tiempo suscribe la célebre confesión de Pedro Sánchez: "Donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible". Seguimos siendo uno de los países con mayor consumo de carne per cápita y, paradójicamente, el interés por las alternativas basadas en vegetales no deja de crecer. Estamos entre los 10 países más vegetarianos del mundo.
"Lo que bautizamos en 2017 como una ola veggie ha continuado creciendo y está cerca de llegar a convertirse en un auténtico tsunami", avanza la consultora Lantern al presentar un informe sobre el movimiento en España del que se pueden extraer estos datos:
Como vemos, la oferta de productos aptos para veganos y vegetarianos ha abierto un nicho de mercado muy interesante para las empresas. Pero los datos no significan que estemos haciendo las cosas bien. El 40% de los españoles excluye total o parcialmente alimentos y nutrientes por su cuenta, según el primer informe sobre tendencias de exclusión alimentaria, elaborado por la Academia Española de Nutrición y Dietética. Los principales castigados son la lactosa, el gluten, la carne y el pescado.
Un 7 % de la población renuncia a consumir las proporciones recomendadas de carne y, cuando las consume, prioriza la carne blanca y magra. Por otra parte, los vegetarianos llegan al 4 %, renunciando a todo tipo de carne, pero no a los derivados animales como leche y huevos. Los veganos, tan solo un 0,8 % de los españoles, excluyen de su dieta cualquier tipo de alimento de origen animal.
Las dietas vegetarianas son saludables y nutricionalmente correctas si se planifican adecuadamente para garantizar la ingesta de todos los nutrientes esenciales para el organismo. De lo contrario, existe un resigo alto de sufrir carencias de calcio, ácidos grasos omega-3 o vitaminas del tipo D y B12. El problema puede ser mayor si tenemos en cuenta que en ocasiones una deficiencia de vitamina B12 puede pasar desapercibida. Aunque sus consecuencias suelen ser leves, en ocasiones deriva en anemia megaloblástica, problemas neurológicos, depresión y demencia. Según el presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Giuseppe Rusolillo, "solo la mitad de los vegetarianos y veganos dice suplementarse y un porcentaje muy bajo asegura haber recibido asesoramiento".
La decisión de volverse vegetariano, vegano o flexitariano se toma después de una reflexión personal, según este estudio que también revela que las personas de mediana edad, especialmente mujeres, son más dadas a excluir productos poco saludables.
En Estados Unidos la situación ha llamado la atención de los profesionales de la nutrición. Alrededor del 2% de los adultos mayores de 65 años han eliminado la carne, las aves y los mariscos del menú debido a su preocupación ética sobre la cría de animales y el impacto ambiental. Alegan también los beneficios para la salud de una dieta basada en plantas, pero diferentes estudios matizan que para ser así deberán estar bien planificada. La nutricionista Wendy J. Dahl recuerda que "a medida que envejecemos nuestras necesidades nutricionales cambian. La cantidad de alimentos que necesitamos puede disminuir, mientras que la cantidad de ciertos nutrientes que necesitamos aumentar. Al elegir una dieta vegana es particularmente importante que los adultos mayores se concentren en las proteínas, el calcio, la vitamina B12 y la vitamina D, así como en suficientes calorías".
¿Aceptaríamos una relación con alguien que no comparta nuestro criterio en la mesa? La aplicación de citas Ourtime lanzó la pregunta a sus usuarios y el 73% de los solteros mayores de 50 años expresaron que desearían que quien esté a su lado se preocupe por la sostenibilidad y el medio ambiente. No obstante, el 80% tiene claro que no cambiaría sus hábitos alimenticios para que la relación funcione.
El actor Dani Rovira (42 años), que empezó a tomar conciencia de la necesidad de dejar un planeta habitable a los 35, escribe en su cuenta de Twitter que le gustaría que el debate sobre el consumo de carne pudiera afrontarse "sin fanatismos, sin faltas de respeto y sin estrechez de miras".