¿Cómo elegir el restaurante perfecto para una comida de Navidad de empresa?
Los finolis y los glotones, las cañas y los chupitos, los veganos y los alérgicos... demasiados frentes abiertos en el trabajo hasta encontrar un menú navideño que conforme a todos
Si te ha tocado organizar la cena o la comida de Navidad lo aconsejable es que cumplas a rajatabla unas pautas para salir victorioso de esta batalla
Consejos para sobrevivir a la temida cena de Navidad de la empresa: kit de supervivencia para Uppers
No le deseo a nadie convertirse en el encargado de organizar la reunión navideña de los compañeros de trabajo, del equipo de fútbol o de la peña. Genera bastantes quebraderos de cabeza a no ser que uno esté acostumbradísimo, sea muy diplomático o todo le resbale. En Uppers hemos recogido unas pautas de experto sobre cómo elegir restaurante para tu cena de Navidad de empresa o la de los amigos de toda la vida para que todo salga de maravilla y los comensales te feliciten. No es una boda donde se hace lo que digan los novios sin chistar, aquí todos protestan, critican o dan una lata increíble hasta el final.
Estos son los consejos de los profesionales dedicados a la organización de eventos que se pueden aplicar por ejemplo a la cena de Navidad de la oficina:
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- Planificar con bastante tiempo la cena o la comida de Navidad porque los mejores restaurantes se reservan con muchísima antelación.
- Elaborar la lista de comensales para tener claro desde el principio cuántas personas van a acudir, así, en función del tamaño del grupo ya se puede localizar un establecimiento. Si además dispone de un comedor para reservar en exclusiva, la reunión resultará mucho más agradable.
- Tener claro que el presupuesto de cada comensal es distinto, unos son muy exquisitos y a otros les gusta comer de todo. Lo recomendable es apostar por un lugar más convencional, ni finolis ni de batalla, de precio medio y con menús a base de croquetas, ibéricos, entrecot o lubina y tarta de queso, en vez de por un restaurante de moda o una estrella Michelin.
- Preguntar quién tiene alergia o intolerancia y a qué alimentos en concreto. También se debe conocer qué tipo de alimentación lleva cada persona, por ejemplo, si es vegana. El restaurante, por tanto, debe ofrecer un menú a la medida de estos comensales con todas las garantías.
- Concretar cada plato del menú elegido hasta el mínimo detalle, desde los aperitivos al postre y el café. En algunos menús, por ejemplo, aparecen raciones a compartir y conviene saber para cuántas personas será cada una o si lo van a servir de forma individual.
- Negocia un precio cerrado del menú para evitar que la cuenta se ponga por las nubes. Además, es la mejor forma de recopilar el presupuesto total antes de la cena y de que todos los comensales adelanten su parte. Por otro lado, el restaurante debe dar facilidades de pago y detallar en la factura todo lo consumido.
- Especifica qué tipo de bebidas y qué cantidad entra por persona en el menú y en ese precio. De este modo cada comensal sabrá de antemano qué puede pedir y qué consumiciones tendrá que pagar a parte. No es justo que el que primero llegue pida lo que se le antoje y ese gasto tenga que repartirse entre todo el grupo. También hay personas que solo consumen refrescos que son más económicos que el vino o un combinado.
Seguro que si se consigue cumplir con todas estas pautas la cena sale de maravilla o los comensales nombran al organizador como responsable del evento para las próximas navidades.