Alba Lago lleva casi veinte años trabajando en televisión. La hemos visto crecer como profesional en las tres ediciones de Informativos Telecinco. Como mujer y como periodista, tiene una visión actual del feminismo. Ella es una de las portavoces de '8M Todo el año', una iniciativa de Divinity que nace del convencimiento de que el 8M sigue siendo un día necesario, pero que las acciones deben continuar el resto del año con el objetivo de lograr los mismos derechos para hombres y mujeres.
Con Alba Lago hemos hablado de ser mujer en el trabajo, de los diferentes raseros que miden la carrera profesional de hombres y mujeres y, por supuesto, de la edad.
La periodista gallega empezó a trabajar muy joven en televisión, un mundo dominado por los hombres. "He tenido que dar algún puñetazo en la mesa para hacerme oír", asegura. La misma actitud ha estado presente en su vida personal. "Parece que los hombres siempre son la voz dominante, y cuando quieres acabar con la discusión también somos las mujeres las que tenemos que plegar velas. Así se acaba la discusión, y la relación, por supuesto".
Respecto a la edad, es contundente: "La edad es fundamental para la credibilidad. Voy a cumplir 38 y hay una diferencia enorme respecto a cuando tenía 20 años. Las arrugas dan credibilidad".
La periodista sostiene que cada vez más compañeros identifican los "micromachismos, una palabra denostada, pero muy expresiva", dice, y trabajan para que no se produzca.
Sin embargo, en opinión de Alba Lago, queda mucho por hacer. "A las mujeres se las sigue cosificando", asegura. En su opinión, la estética sigue siendo el primer criterio con el que se valora el trabajo de una mujer. "Las redes sociales son un buen barómetro. Ahí vemos que la información estética muchas veces cobra mayor protagonismo que la información periodística", explica. Precisamente, según explica, es la cosificación de la mujer la que obstaculiza "alcanzar la credibilidad".
Como en cualquier ámbito, el feminismo se trabaja cada día y no está exento de dificultades. La feminista perfecta no existe y hay muchas maneras de vivirlo. Para la periodista, no es una lucha contra alguien, sino una lucha por derechos. Su responsabilidad como profesional es superarse cada día. Por desgracia, la violencia machista existe y hay que mostrarla, pero también hay que mostrar las mujeres referentes, cada vez más numerosas, en distintos campos profesionales, una iniciativa que también afecta e incluye a los hombres.