“Hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo”. Este refrán se ha hecho notar, y mucho, en estos meses, cuando en abril las temperaturas superaron los 30 grados y ahora, en mayo, el tiempo primaveral ha vuelto, por lo que no hay que confiarse y no está de más tener una chaqueta siempre a mano. No obstante, el tiempo es agradable, lo que da lugar a que las quedadas lleguen a las terrazas. Cada uno tiene sus preferencias, pero sí, es temporada de gin tonic. ¿Quieres saber el perfecto? El chef José Andrés te da claves para lograrlo.
Es cierto que José Andrés suele centrarse en el producto y en la gastronomía, pero en su última newsletter ‘Longer Tables with José Andrés’ ha querido centrarse en la bebida que tanto se consumirá durante este verano.
El chef explica que “los españoles suelen optar por bebidas más ligeras, como el vermut o el jerez, para el aperitivo, y reservan las fuertes para después de la comida. Pero es un país libre, así que puedes decidir por ti mismo. Eso sí, cuando lo prepares, hazlo bien, a la española”, señala José Andrés, que muestra preferencia por cómo se prepara el gin tonic en nuestro país.
José Andrés considera que hay tres factores clave en la preparación de un gin tonic perfecto: el vaso, la ginebra y el hielo. “Hay que tener el vaso adecuado. Con un gin tonic español, lo mejor es algo grande y redondo, como una copa de vino tipo goblet, con o sin tallo. La copa grande y ancha permite que se abran todos los aromas. Si no tienes, puedes utilizar un vaso de whisky o de roca grande y ancho”, recomienda el cocinero.
Con el vaso listo, pone el foco en el hielo, ya que sostiene que el tamaño de los cubos es clave para que cuando se derrita la bebida no quede aguada. Lo mejor es no utilizar “hielo demasiado pequeño, picado o en bolitas porque se derretirá rápidamente y diluirá la bebida. Utiliza cubitos grandes o más pequeños y densos”.
En cuanto a la ginebra como tal, recomienda dos de origen español: Xoriguer Gin de Mahón, o Rives Special Premium Tridestilada. Pero el toque perfecto y único lo dan los complementos. Lo mejor, añadir un trozo de piel de lima y otro de limón, además de una hoja de hierba luisa y unas tres bayas de enebro. Y entonces, perfecta para una buena tarde de terraceo.