Llegan las altas temperaturas (en pleno mes de abril), pero como la preocupación climática no está reñida con el disfrute de nuestras bebidas refrescantes favoritas, se ofrece, ya desde algunos años, la alternativa escandinava al típico café con hielo nuestro de cada día: sí, el café con tónica existe y amenaza con llegar (está vez sí) para quedarse. ¿Pero de dónde viene este invento?
Lo que parece raro es que no se nos haya ocurrido en Alpedrete o en Jerez de la Frontera, porque al parecer mezclar café con tónica (se dice pronto pero la preparación tiene su método), fue propuesta originalmente por un empleado de Koppi Roaster, una tienda de café en Helsingborg, Suecia. De ahí al cielo. La bebida, señala la revista Food & Wine, se abrió camino por toda escandinavia hasta llegar a EE UU donde se reporta actualmente como una de las 'bebidas de la primavera' en patios y terrazas primaverales.
La pasión por la cafeína en el país del que surgieron el Starbucks y las Gilmore Girls está más que probada, pero por estos lares no es menor. Un 87% de españoles toma café, un 70% lo hace a diario, y se consumen un promedio de 2,2 tazas al día. No es raro, pues, que dicha pasión, combinada con la llegada del buen tiempo, llevé a muchos buscar otras formas de consumo. Así las cosas, el 'espresso tonic' (como le llamaron los suecos), 'coffee and tonic' o 'café con tónica' tiene todas las papeletas para triunfar entre nosotros. ¿Será?
A diferencia del vino con casera, por ejemplo, que lleva más o menos la misma cantidad de cada uno de sus componentes, en el café con tónica por obvias razones las proporciones no son iguales. Por lo general se prepara en un vaso con dos hielos lleno en sus cuatro quintas partes de tónica a los que hay que agregar un café solo frío. El café queda en la parte más alta del vaso como flotando en la burbujeante tónica.
Ojo, como casi cualquier preparado, lo mejor es consumirlo rápidamente ya que los componente del café hacen que se pierdan muy promnto las burbujas de la tónica, con lo cual algunos baristas recurren al sifón para mantener vivo el espíritu de la bebida. Lo cierto es que el toque de quinina que tiene la tónica y su sabor ligeramente ácido parecen encajar de maravilla con el sabor tostado del café. ¿Te animas a probarlo este verano?