La cerveza es una de las bebidas más demandas durante el caluroso verano. Las hay para todos los gustos, eso está claro, unas más suaves, otras más ligeras y otras con un sabor más amargo. Para los que prefieren una más ligera siempre están las cervezas con limón, más refrescantes y no tan fuertes de las que hay infinidad de opciones en el mercado. Pero ¿tienen limón de verdad o nos están engañando? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lo analiza a fondo.
Durante el verano las cervezas con limón aumentan sus ventas y prácticamente todos los fabricantes tienen una en el mercado que llegan a los bares junto a las claras con limón que se hacen en los establecimientos mezclando una cerveza normal con refresco de limón.
Las Radler surgen en el sur de Alemania a comienzos del siglo XX en una carrera ciclista, cuando mezclaron cerveza con limonada, mientras que lo que conocemos como Shandy nacieron en Inglaterra, cuando elaboraron cerveza con jengibre, producto que después se cambió por limonada.
En lo que nos ocupa, la OCU ha comparado cervezas con limón que se encuentran en el supermercado detectando como la presencia de zumo de limón es más bien escasa y lo que realmente tiene es refresco azucarado o aromatizado, así como que Radler y Shandy son diferentes. Las primeras tienen un contenido de alcohol entre el 2 y el 3’2%, mientras que las Shandys tienen un contenido de alcohol inferior al 1%, casi imperceptible.
Además, como tienen menos alcohol que una cerveza normal creemos que son más saludables, peor no siempre es así. Sí tienen menos alcohol, pero tienen refrescos azucarados. Las Radler aportan un 12% más de calorías que una cerveza, mientras que las Shandy un 15% menos y las Radler sin alcohol un 32% menos.
Por tanto, si hablamos de la opción más saludable esta es la 0’0, aunque siempre teniendo en cuenta que el contenido en azúcar puede equivaler a tres sobres. En conclusión, la OCU señala que tienen menos alcohol y son más ligeras, ideales para el verano, pero que tienen muy poco zumo de limón, a lo que se suma la presencia de aditivos y el azúcar que le añaden. Y si haces una casera, te aconsejan no utilizar refrescos, sino hacer tu propia limonada.