Si de algo puede presumir España es de vino. El sector juega un papel importante en nuestro tejido económico, social y cultural. Nuestro país es uno de los principales productores del mundo, tanto por volumen, como por reputación. Pero además de exportar caldos de gran diversidad, también destacan por su relación calidad precio.
Así lo confirma el ranking que Wine-Searcher, uno de los buscadores especializados más prestigiosos, ha realizado con los mejores vinos del mundo en distintas categorías de precio. Basándose en las calificaciones otorgadas por los críticos de vino más reconocidos a nivel mundial, la clasificación encumbra a España en la zona noble del panorama vinícola global.
Concretamente España copa el tramo de tramo de alrededor de diez dólares (9,3 euros) con estos cuatro vinos:
Este vino que ocupa el puesto 10 de esta franja se trata de un tempranillo riojano con crianza en barrica. Un vino frutal, franco, cotidiano, amable y representativo de la zona de la Sonsierra Riojana. En boca resulta ligeramente tánico, fresco, de cuerpo medio y bien equilibrado, manifestándose la fruta bien integrada con las notas de roble, vainilla y ligeros tostado.
En la novena plaza tenemos una Mencía joven elaborada por Bodegas y Viñedos Castro Ventosa, situada en el pueblo Valtuille de Abajo, de la comarca del Bierzo, en León. Las uvas provienen de viñedos plantados sobre suelos de arena y tiza a unos 500-600 metros de altitud. De buena entrada, va creciendo a medida que pasa por la boca.
Se trata de un vino tinto joven elaborado con uvas tempranillo que crían durante seis meses en barricas de roble americano y francés Allier. Es un caldo potente y carnoso, con un sedoso paso en boca y cargado de aromas que combinan las frutas rojas y negras con las notas a madera. Cuarta plaza del ranking.
En el primer puesto del ranking que pondera calidad y precio está este vino clásico, pero con la rebeldía y la libertad del Rioja de siempre. Para su elaboración se seleccionaron viñedos únicos con viñas viejas, haciendo esa primera mezcla en el propio terreno, en sus cepas, de las variedades tempranillo y garnacha. Se crio durante dieciséis meses en barricas nuevas de roble de Missouri con trasiegas periódicas y tras una clarificación ligera con clara de huevo, fue embotellado para su período de crianza en botella.
Es un vino de capa media-alta y presenta color rubí con matices cereza. En nariz se perciben los frutos rojos, la vainilla y los tonos especiados. Y en la boca es firme y suave en el paladar medio, larga y con aromas muy francos que persisten tras ser tragado.