{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Como cada año, los World Cheese Awards, conocidos como los ‘Oscar del queso’, han elegido los mejores quesos del mundo. Más de 4.000 quesos se han presentado a este certamen, productos que se envían desde todo el mundo para ser juzgados, en un solo día, por equipos cuidadosamente reunidos de expertos técnicos, compradores, minoristas y escritores gastronómicos.
Los jueces trabajan en equipos de tres para identificar los quesos merecedores de un premio de oro, plata o bronce. Examinan la corteza y el cuerpo del queso, su color, textura, consistencia y, sobre todo, su sabor. A continuación, cada uno de los equipos nombra un queso excepcional de su tabla como Super Gold. De esta lista de los mejores de todo el mundo, un total de 17 de los 101 quesos que entraban en esta categoría top se han elaborado en España.
Una de las queserías españolas que se han hecho con dos Super Gold ha sido Queso Adiano, una quesería en Ciudad Real, en la que se elaboran quesos manchegos de manera artesana a partir de leche cruda de ovejas de pura raza manchega, cuidadosamente alimentadas en los pastos de la propia finca, donde disfrutan de la belleza y libertad de un extenso paraje natural sin precedentes, ubicado a los pies de los montes de Toledo.
El queso premiado y reconocido como el mejor queso de oveja del mundo han sido el Arcano Curado y su versión de Manchego Artesano DOP Reserva. Elaborado con leche de oveja manchega, sin pasteurizar y sin conservantes o aditivos, dando dos quesos curados de sabor muy intenso y alta curación, representando a los buenos quesos manchegos.
Un queso curado elaborado exclusivamente con leche recién ordeñada de las ovejas de pura raza manchega, sin pasteurizar, sin aditivos ni conservantes. Entre sus características destacan que madura en su propio moho, consiguiendo así que su corteza, totalmente natural, sea comestible al 100%. Esto, además, consigue que su sabor y textura sean realmente únicas. Un queso con unas cualidades organolépticas excepcionales, en el que se conservan los fermentos naturales otorgando unos matices de sabor y aroma que destacan en su categoría.
Aunque pueda parecer escaso, la quesería cuenta solo con tres tipos de quesos de oveja, semicurado, curado y viejo.
Las ovejas son la razón más importante del inolvidable sabor de estos quesos, y por eso las cuidan con el mayor mimo y dedicación. Viven felices en la finca “El Campillo”, donde crecen a su ritmo y pastorean a lo largo de todo el año. Casi la totalidad del alimento que comen proviene de las praderas donde pastan en libertad, o de lo que cultivan exclusivamente para ellas en la finca y recolectan para proporcionarles una dieta rica y variada nutricionalmente.
Todas las ovejas gozan de un estado de semi libertad donde alternan diariamente tiempo en el campo pastando, jugando, tomando el sol o descansando, con tiempo en las naves, diseñadas con la última tecnología disponible centrada en el bienestar animal, y donde son ordeñadas o pasan la noche para resguardarse de la intemperie.
El cuidado de sus ovejas se basa, de forma pionera, en los protocolos de los proyectos europeos Welfare Quality y AWIN® (Animal Welfare Indicators), que implican una auditoría rigurosa del bienestar animal mediante la observación directa de los animales, de su evolución, comportamiento y estado, así como de su entorno, y comprobación del cumplimiento de la legislación.
Cada parte de la elaboración de los quesos es realizada con la convicción de que preservar y cuidar el medio ambiente, la naturaleza y los animales es imprescindible para garantizar un futuro sostenible.
La finca “El Campillo” se encuentra en un enclave de una extraordinaria belleza natural situado en el valle del rio Bullaque, a los pies de los montes de Toledo. La orografía del terreno está compuesta en su mayoría por prados sembrados con forrajes en determinados meses del año, praderas naturales siempre verdes, zonas de monte bajo y frondosos bosques. La extensión cuenta con una gran cantidad de agua proveniente del rio Bullaque, el cual atraviesa la finca, enriqueciendo la tierra y cultivos.