Las marcas de lujo amplían sus redes a todos los ámbitos de gasto posible conscientes de la expectación que generan. Además de vestir a damas y a caballeros, a hoteles, a villas o a beach clubs, están extendiendo su toque de distinción hasta las mismas cocinas y asociándose con chefs de estrella Michelin para abrir sus propias cafeterías y restaurantes.
En Uppers nos encantan las propuestas gastronómicas creadas por marcas de lujo como Dior o Armani. Son espacios armónicos, diseñados y decorados bajo un sello indiscutible donde tomar el mejor café tras visitar la exposición de tendencias, comer o esperar que caiga la noche degustando un cóctel.
Cuando comprar no entra en los planes, siempre quedan las ganas de entrar en los templos de la moda de las marcas de lujo; se aprende y se aprecia la maestría de los que bordan y cosen, se disfruta contemplando la caída y el movimiento de los tejidos y se sueña con calzarse esos zapatos. Ahora, incluso es posible vivir en una villa decorada por los mejores, pasar las vacaciones en sus hoteles o alargar el tiempo sentándose a una mesa exquisitamente vestida por los mejores diseñadores y probar una gastronomía de lujo. Al final, es una sofisticada experiencia en la que uno respira y se empapa con Dior, Armani, Louis Vuitton, Ralph Lauren, Tiffany, Dsquared2 o Prada. Incluso ya se dice que si no vas a estas glamurosos establecimientos es como si no hubieras estado en la ciudad que las albergan.
Estas son las cafeterías y restaurantes bajo insignias de lujo que no te puedes perder si visitas las capitales del mundo como Nueva York, Londres, París, Miami o Milán:
Mirando los escaparates de Tiffany en Nueva York, la joyería más famosa del mundo, Audrey Hepburn imaginaba otra vida en Desayuno con diamantes, la película que quiso hacer realidad la novela Breakfast at Tiffany's de Truman Capote. Ahora, ya es posible que el sueño sea real y tomarse un café en la elegante y sofisticada cafetería que la marca ha abierto en el cuarto piso del edificio. Se llama Blue Box Café, en honor a su diseño envuelto en el clásico color azul de Tiffany, y ofrece una sencilla carta cuyas propuestas se renuevan cada temporada. En los exclusivos almacenes Harrods de Londres, la insignia ha abierto también un espacio Tiffany donde tomar algo, entre otros.
También en Nueva York, junto a la tienda de Ralph Lauren, está su restaurante The Polo Bar en la 5ª Avenida con East 55. En el interior, hay un enorme mural inspirado en un partido de polo de Henry Koehler que da pie a toda una decoración que sigue las líneas clásicas del diseñador con sillas de cuero, cojines sobrios y una preciosa escalera de madera. La carta va variando según la temporada con preparaciones típicas de los restaurantes de la ciudad como ensalada de col rizada, pastel de cangrejo, sándwich de carne o The Polo Burger.
La marca además dispone de otros lugares de culto gastronómico como el París, se llama Ralph's y preside un edificio del siglo XVII del Boulevard St. Germain. En este caso, una enorme chimenea de piedra caliza invita a sentarse para contemplar los óleos de temática ecuestre que embellecen las paredes. Otra de las joyas del local es el patio interior plagado de plantas que contrastan con los cojines rayados de las sillas.
Dentro del citado Harrods londinense, Prada ha querido marcar el terreno igualmente con la apertura de su propia cafetería y restaurante. El diseño de Prada Caffè se ha inspirado en su primera boutique, la que abrió en Milán en 1913 en el interior de la espectacular Galleria Vittorio Emanuele II. El dibujo a cuadros en blanco y negro del pavimento, los elegantes sofás de terciopelo, la más bella de las vajillas… Tomar el aperitivo, almorzar o cenar en este cuidado espacio es todo un homenaje.
Louis Vuitton también puede presumir de su propio espacio para el disfrute de todos los sentidos. Se trata de una exuberante y tropical cafetería situada frente al río Sena en París. La cocina corre a cargo de Maxime Frederic, galardonado con el premio al Chef Pastelero del año en 2022 por la Guía Gault & Millau. Sin embargo, junto a los mejores postres y pasteles destaca un rico menú salado con guiños a la firma, como unos raviolis adornados con su icónico monograma.
La insignia ha abierto además un nuevo restaurante en el Hotel White 1921 del grupo LVMH, que se encuentra en la Place des Lices, en Saint-Tropez. La dirección culinaria está en manos de Arnaud Donckele que tiene una estrella Michelin y que quiere transmitir en cada plato el espíritu viajero de Louis Vuitton.
Dior Café está en el corazón de Miami y suele estar muy concurrido. Como no admite reservas incluso es habitual tener que esperar para sentarse. No es para menos. El lugar es precioso y muy fotogénico. Se encuentra en la terraza del edificio que alberga su tienda de moda femenina. La decoración recuerda las señas de la marca como el estampado Toile de Jouy y entre las mesas “se pasean” esculturas 3D de jirafas, osos y tigres. Además, las vistas son espectaculares.
Hace poco que este local de Milán se ha transformado radicalmente. Es una mezcla entre un bar y un bistró donde se sirve comida italiana que ha quedado de cine tras una colaboración entre Dolce & Gabbana y la marca de bebidas Martini. Está localizado en un edificio del siglo XVI y la clásica arquitectura de la época contrasta con sus barras de mármol negro, los cristales de Murano de las paredes y los elementos tubulares de acero rojo.
Milán es una ciudad emblemática para Armani, que inauguró el Bamboo Bar, en la última planta del Armani Hotel desde el que se contemplan las mejores vistas de la ciudad. En este caso, la marca es una experta en la restauración y en la creación de espacios exclusivos de líneas puras, ultramodernas y minimalistas. En 1998 abrió su primer restaurante en París al que siguieron otros de similares características bajo el lema “stay with Armani” en Cannes, Dubái, El Cairo, Mónaco, Osaka o Tokio.
Dsquared2 es otras de las grandes que ha querido seguir la estela gastronómica para enriquecer la experiencia de sus clientes. Bajo la dirección de los gemelos Dean y Dan Caten, la marca ha abierto su restaurante en la azotea del edifico desde el que se dirige el negocio. Ceresio 7 y es como un oasis con piscina incluida de cuya carta, de cocina italiana con un punto innovador, se ocupa el chef Elio Sironi.