Siendo el menor de once hermanos Enrique Tomás nunca pensó que llegaría a montar un verdadero imperio del jamón. Nacido en Badalona hace 56 años, comenzó su andadura empresarial a principios de los 80 en la charcutería de sus padres en el mercado de la Salud de Badalona. Ahora, décadas después y una pandemia de por medio que le enseñó que todo lo que sube baja, factura más de 100 millones de euros al año —en 2024 espera llegar a los 300 millones—, tiene más de 1.300 empleados y 150 tiendas por todo el mundo con las que llevar el buen jamón a cualquier rincón del planeta.
El empresario cuenta su experiencia en estos 40 años en '¡Vamos! de 100 a 1.000 millones en 10 años' (Deusto), cuatro décadas que define de "trabajo". "No quiero ser ejemplo de nada, pero creo que si mi historia puede ayudar a alguien, sería diciéndole que ha sido una historia de trabajo", nos cuenta.
¿Qué le dirías al Enrique que empezaba en el mercado de la Salud de Badalona?
Lo que digo ahora a mucha gente que empieza: te vas a equivocar. Y ni es tan listo el que la acierta ni tan tonto el que se equivoca. Lo que hay que tener es la suficiente humildad para identificar cuando el ego te puede jugar una mala pasada, porque si el camino que estás recorriendo no es el correcto, lo mejor es volver por tus pasos e intentarlo de otra forma. Y olvidarte del orgullo, que es ego mal entendido.
¿Por qué te planteaste hacer este libro sobre los años de la pandemia?
Todo empezó porque después de estudiar el programa ADECA en la Universidad San Telmo de Sevilla me propusieron hacer un caso sobre como vivimos el COVID y como nos mantuvimos vivos. Preparándolo me di cuenta y dije “no, esto no es un caso, esto puede ser mucho más”. Y de verdad creo que puede ayudar a quien lo lea.
¿Un fracaso que te haya marcado?
Es difícil hablar de los fracasos porque los motivos pueden ser muchos. Hay varios momentos dolorosos. Por ejemplo, cuando tuvimos que cerrar la tienda de la calle Pelayo después de 11 años. Cuando suceden cosas así, en vez de buscar excusas prefiero pensar que no lo hicimos bien y trabajar en hacerlo mejor.
¿Cuál es tu mayor éxito?
Para mi el éxito es seguir en “en el partido con ilusión”, y estoy más ilusionado que nunca por todo lo que viene. Mi mayor éxito sigue siendo: "que día es mañana, ¿Lunes? Bien. ¿Sábado? También bien". Aunque es verdad que, como alguien que lleva más de 40 años buscando un sueño, hay momentos muy bonitos que recuerdo, como nuestra primera tienda en Barcelona, la primera vez que abrimos fuera de Cataluña, o en Madrid, o cuando nos expandimos por primera vez fuera de España. Y como no, también el crecimiento ha traído unir nuestra marca a embajadores y otras marcas que es todo un orgullo.
David Bisbal define tu vida en el prólogo como una “llena de esfuerzo, pasión, y un amor incondicional por tu oficio”, ¿tú como la definirías?
Como la de un niño que sigue siendo un niño, que gracias a Dios está consiguiendo cumplir sus sueños.
¿Te sientes el Steve Jobs del jamón, como dicen?
Yo me veo como un tendero muy grande, pero un tendero. Ahora cuesta más conocer a todos mis clientes, pero la intención es tratar a cada uno con mi equipo como lo hacía en mi puesto en el mercado, poniendo interés y amor cada vez que sirvo.
¿Qué aprendiste cuando echabas una mano en las tiendas de tus padres?
Aprendí que para un vendedor lo importante es vender. Y fue donde aprendí que el jamón es algo especial. Antes, cuando normalmente las señoras venían a hacer la compra, compraban de todo, pero el jamón era una decisión familiar. Ahí vi que el jamón no estaba en su lugar.
¿Pensabas cuando montaste tu primera tienda que llegarías a formar un imperio del jamón?
Yo le decía a mi madre desde pequeñito que iba a ser importante. Incluso le decía que iba a ser presidente del Gobierno. Después, cuando empecé con el jamón, sabía que se podía trabajar mucho por ponerlo en su lugar, y por lograr 'ponerle nombre'.
¿Cuándo surgió tu pasión por el jamón?
Soy un 'friki' del jamón. Lo he sido siempre. Es el único producto que puedes comer sin cansarte. Piénsalo. Hay productos gourmet que, si los comes, luego para cenar no lo quieres. El jamón, quizá no lo pedirías otra vez, pero si voy detrás de ti con un platito de jamón desde las siete de la mañana hasta las dos de la madrugada, no pararás de picotear.
¿Qué significa el jamón para ti?
Es el mejor producto gastronómico que existe.
Has expandido el jamón fuera de España, ¿en qué países tiene más éxito?
Es difícil de decir. Porque no solo es un producto, es una cultura. El jamón no se puede enviar, hay que llevarlo. Explicarlo. En nuestro caso funciona muy bien allí donde vamos. En Perú, por ejemplo, que tienen una gastronomía excelente, nuestra marca funciona fenomenal porque lo estamos haciendo bien.
¿Lo valoramos lo suficiente los españoles?
Lo valoramos al comerlo, pero tenemos todos la responsabilidad de ponerlo en el lugar que se merece. Y eso solo se puede hacer conociéndolo. Es una de las razones por las que hemos creado 'País Jamón Tour', experiencias culturales en el origen del jamón para empaparse de su cultura. Es un producto único, que puede tardar en hacerse hasta 5 años y en el que en el proceso incluye tiempo, temperatura, pero también silencio, luz… es realmente único. Hay que conocerlo más y mejor para valorarlo como se merece.