En cualquier dieta equilibrada que se precie se le debe dar un hueco a los frutos secos, unos alimentos que nos pueden aportar grandes beneficios a nuestra salud, como sus grasas saludables o la gran cantidad de nutrientes, vitaminas o minerales que la mayoría contiene. Debido a sus grandes aportes se aconseja su consumo, siempre regulado y sin pasarse, y uno de los grandes aliados para tu dieta pueden ser los anacardos, uno de los frutos secos más consumidos por lo sabrosos que son y porque, para que mentirnos, están llenos de propiedades.
El anacardo es quizá uno de los frutos secos más atractivos por su sabor y porque es muy fácil tomarlos solos o añadirlos en algunos platos, la mayoría orientales. Su composición hace que tenga grandes beneficios, por lo que su consumo está recomendado hasta por la Organización Mundial de la Salud en cantidades que no sean muy excesivas. Si quieres saber cuales son sus propiedades, pero también sus pocas contraindicaciones, toma nota porque vas a querer introducir los anacardos en tu dieta.
Su beneficio más conocido es el efecto que tiene el anacardo en el colesterol, pues sus niveles de grasas saludables pueden ayudar a mantener o reducir los niveles de colesterol malo y, en algunos casos, a aumentar el del colesterol bueno. Por eso mismo los anacardos pueden ser un alimento fantástico que ayude a prevenir algunas enfermedades cardiovasculares, aunque claro está que por sí solo el fruto seco no lo conseguirá y su consumo debe ir acompañado de otro tipo de hábitos.
Además, gracias a esas grasas saludables que se combinan con proteínas y fibra, el anacardo es un alimento con gran efecto saciante que nos puede ayudar a evitar picar entre horas, siendo un snack de lo más sano. Pero los anacardos cuentan con una gran presencia de minerales, como el hierro y el magnesio, claves para el fortalecimiento del sistema inmunitario, y la anemia por la presencia de hierro, a lo que si se le suma el cobre también permite la regeneración de tejidos.
Por su parte, hay que destacar que es una fuente de varias vitaminas como algunas del grupo B y E y en menor medida de otras como la C o la D. Pero también es reseñable su contenido en ácido fólico, ya que puede ser beneficioso para mujeres embarazadas porque puede ayudar al correcto desarrollo del feto durante el proceso de gestación.
Pero como en todo, el anacardo también tiene sus cosas negativas que deben ser puestas en conocimiento. Se suele decir que es un fruto seco que engorda, pero nada más lejos de la realidad si lo tomas en ocasiones puntuales y sin excesos. Como fruto seco tiene un gran aporte calórico, y si te pasas consumiéndolo claro que puede hacerte engordar, como pasa con cualquier otro alimento por muy sano que sea, por eso siempre hay que comerlos con moderación y sin pasarnos.
Y ojo, porque no debes tomarlos crudos debido a que la cáscara que recubre el anacardo contiene una resina tóxica, por eso siempre se vende ya tostado y, aunque no veas empaquetado como crudo, no ocurre nada porque lo que se quiere decir en esos casos es que no ha sido procesado, solo tostado. Precisamente ese es otro punto, pues de tomarlos, mejor siempre tostados, sin sales o azúcares, sino naturales si de verdad quieres acceder a todos sus beneficios.
Y otra contraindicación más es la alergia, ya que muchas personas son alérgicas a los frutos secos, por lo que podrían serlo a los anacardos. De esta manera si se te diagnostica esta patología no mejor es que ni los pruebes ante los posibles síntomas y complicaciones que te puedan dar sobre tu salud.
Desde luego que los anacardos son un fruto seco lleno de propiedades que pueden introducir en tu dieta de forma moderada para ganar energía y ayudar a mantener tu colesterol en niveles adecuados, aunque esto siempre debe ir acompañado de otros hábitos que lo complementen.