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Es domingo, se acaba el fin de semana, pero no por ello se deja de disfrutar. Por eso tú o uno de tus amigos organiza una barbacoa para poner el broche de oro a una semana con una buena comida e inmejorable compañía. Por variar, deciden que esta vez no va a haber vino y lo van a sustituir por unas cervezas. No es una idea descabellada, una cerveza puede maridar a la perfección cualquier comida, incluidas las de máximo nivel. Y para demostrarlo contamos con la ayuda del beer sumiller Álvaro Verdú, que nos cuenta en el evento 'Sabor Mahou Feat.' para promover los encuentros de calidad entre personas qué tipo de cerveza nos va mejor en cada momento de la barbacoa.
Pongamos que la llegada de amigos y familiares se da sobre las 12.00 horas, la hora perfecta para el aperitivo y empezar a charlar tomando algo. Un poco de queso, algo de jamón o unas aceitunas es de lo más típico para ir abriendo el estómago. ¿Y qué cerveza nos viene bien? Pues el beer sumiller recomienda una lager dorada porque es una cerveza "equilibrada, con un final un poco amargo, aunque tiene una entrada dulce" y para la que aconseja servirla bien fría en un vaso.
Ahora bien, Verdú reconoce que cada vez los aperitivos son más variados al llegar productos y platos de otros países y zonas del mundo, como los nachos con guacamole, que van muy bien para el momento aperitivo. Si optamos por ello, entonces el beer sumiller se va a una cerveza distinta, a una session IPA porque tiene un "final levemente amargo, pero con unos aromas a fruta tropical y una entrada muy rica que cambia el paradigma de cerveza de aperitivo que tenemos", cuenta.
A la hora de la comida las opciones se multiplican teniendo en cuenta que una barbacoa puede ser de carne, pescado o vegetal, y según lo que comamos nos va mejor una cerveza u otra. Según explica Verdú, es probable que la carne pueda acompañarse de una salsa o el pescado con un refrito, por eso aconseja una cerveza envejecida en barrica porque ofrece un final seco que "invita a dar otro trago y cuenta con unos toques a madera muy ricos".
Sin embargo, otra de las opciones que da es una lager algo más intensa que ofrezca un final más amargo que contraste con una entrada bastante dulce. "Este tipo de cerveza tiene un sabor muy equilibrado que va muy bien para la carne porque es más consistente", comenta. Por su parte, para un pescado a la parrilla nos viene mejor una de barrica, mientras que si alguien opta por las verduras el sumiller cuenta que va muy bien una cerveza con limón tipo radler porque "invita a buscar las notas más herbales y contrastar con el toque ácido que ofrece el limón".
¿Y qué pasa con el postre? Para el momento dulce de la barbacoa también existen opciones cerveceras. En este caso el sumiller ofrece dos, la primera de ellas es una envejecida en barrica de bourbon, ya que es una cerveza capaz de darnos un toque licoroso con notas a vainilla y coco que "redondean cualquier postre".
No obstante, en el lado opuesto también se puede encontrar un gran maridaje, en una cerveza negra de estilo dunkel que cuenta con notas a fruta pasa, "un aroma y un sabor un poco torrefacto que nos lleva al cacao, al café o hacia el regaliz negro". Este tipo de cerveza recomienda tomarla con postres lácteos, "una combinación espectacular que a todo el que no la conozca invito a que la descubra".
Un día de quedada con amigos para disfrutar de una barbacoa no acaba, ni mucho menos, con el postre. En la sobremesa lo más frecuente es sacar licores y bebidas espirituosas, pero también se puede seguir con la cerveza si elegimos bien. Para acertar, el beer sumiller recomienda cervezas amargas y ácidas que ayuden a hacer la digestión y no nos caigan pesadas tras el atracón del almuerzo. Entre sus recomendaciones principales, algunas cervezas IPA que "permiten hacer esa sobremesa más llevadera".
Después de un día completo es probable que a algunos les preocupe mezclar diferentes tipos de cerveza. En este caso, el beer sumiller cree que no hay que ser avaricioso, "no hace falta beberse una de cada tipo, puedes compartirla. Así pueden probar la misma entre amigos y compartir la experiencia hablando sobre cuál os ha gustado más y los detalles que han ido percibiendo al tomarla".
Otra duda que puede surgir es si es mejor tomar la cerveza del botellín o servirla en una vaso o copa de cristal. En este último se puede ver mucho mejor el color de la cerveza, apreciar su aroma o percibir sus sabores. A pesar de que su recomendación principal es que la cerveza se sirva en vaso siempre hay "que beberla como más le guste a cada uno o más se disfrute. Los beer sumiller recomendamos el vaso porque la cerveza hay que apreciarla y ponerla en valor. En todo caso, se trata de que se disfrute bebiendo cerveza".
Además, si quieren llevar la experiencia a otro nivel pueden ir catando las cervezas para conseguir un punto más profesional. Álvaro Verdú nos comenta que la diferencia con una cata de vinos , prácticamente lo único que cambia es el líquido. El beer sumiller recuerda que en una cata de cervezas se va a encontrar más carbonatación y "la dualidad entre dulce y amargo que caracteriza a las cervezas".
El cómo se realiza, igual que una de vinos. Primero una parte visual para hablar de color de la cerveza, la espuma y otras características del líquido. Luego hay que centrarse en el olfato, que da mucha información al consumidor. "Las características del aroma ofrece muchos matices gracias a la malta, el lúpulo o la levadura".
Y para acabar, hay que tomársela. A toda la información anterior se le suma la que nos ofrece el gusto. Así podremos conocer su carbonatación, el cuerpo del líquido en boca y los múltiples matices de sabores que nos aporta en su recorrido.