Una caña solo o en buena compañía es uno de los grandes placeres para gran parte de la población. El tiempo y la evolución ha hecho que al ir a un bar o al supermercado tengamos un enorme abanico de cervezas donde elegir según los gustos de cada uno. Ahora bien, lo más probable es que nunca te hayas parado a pensar en un factor importante, esa cerveza que me tomo, ¿es sostenible? Y no, no hablamos de su producción, sino de su envase. En España la cerveza es la bebida alcohólica que más se consume pero, ¿nos estamos cargando el planeta con cada caña?
Cuando vamos a un bar se suele pedir una caña de barril que va directa al vaso, aunque muchas veces la cerveza nos llega en formato de lata o botella de vidrio, envases más típicos para el consumo doméstico. Pero aquí llega la gran pregunta más allá de la que te gusta más o menos: ¿cuál es más sostenible? La respuesta es complicada, pero desde Cerveceros de España, asociación que reúne a los principales productores de cerveza de nuestro país, afirman en un estudio sobre la sostenibilidad de su sector de 2018 que su intención es "impulsar la circularidad del envase en toda la cadena de valor, promoviendo la reutilización, el reciclaje y la prevención de littering, así como fomentando el ecodiseño de los envases y embalajes".
Para ello, la asociación de productores cerveceros ha planteado una serie de objetivos de cara a 2025:
Los últimos datos de los que dispone Cerveceros de España respecto al reciclaje son de 2018. ¿Qué hay de ellos? Según se establece, en 2018 solo el 45’6% de los envases de cerveza que llegaron al mercado eran reutilizables. A pesar de que los envases más contaminantes siguen sido superiores, la tendencia es al alza de forma positiva, pues en 2018 el volumen de cerveza que se sirvió en envases reutilizables había crecido un 12% respecto a 2013.
Pero después de tantos datos, ¿cuál es la forma más sostenible de tomarse una cerveza? Pues en este aspecto los españoles estarían de enhorabuena, ya que según datos del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de cerveza en 2019 en bares y restaurantes alcanzó su pico en la última década llegando al 68%. En hostelería la mayoría de cervezas se sirven desde barril en forma de caña o pinta, y esta puede ser la forma más sostenible de llevarnos el zumo de cebada a la boca. Los barriles pueden ser de plástico o de acero reutilizado, el que nos interesa, ya que es lo más responsable para el medio ambiente.
Entonces, ¿qué ocurre con las latas y las botellas de vidrio? A pesar de que el barril reina en los bares, si hablamos de envases en 2018, el 57% de ellos eran de vidrio, y el 42% de latas de aluminio, mientras que el pequeño porcentaje restante eran barriles de acero y plástico. De los envases que se lanzaron al mercado en 2018, el 73% de las botellas de vidrio de un solo uso eran reciclables, mientras que el 86% de las latas de aluminio eran reutilizables.
Aunque ambos envases van en camino de los objetivos planteados para 2025 en materia de reciclaje y sostenibilidad, las latas se mantendrían por encima del vidrio al ser más fáciles de reciclar que las botellas, por ello el consumo en lata es mejor y más responsable si esta se ha hecho con metal reciclado (y si nosotros también la reciclamos después de tomarla). Aún así, siempre que se consuma cerveza en un envase reciclado se estará haciendo una favor al medio ambiente, en especial si te tomas una caña de barril de acero reutilizado en el bar.