Todos los días no, pero parece que de vez en cuando siempre apetece una guarrería, una de esas hamburguesas llenas de salsas que te alegran el día y el estómago, o una de esas pizzas que rebosan queso por todos lados. Unas veces nos vale con una hamburguesa de cualquier franquicia de comida rápida, pero otras veces lo que el antojo nos pide es una hamburguesa con una buena carne, o vegetariana, y combinaciones de ingredientes que en casa no hacemos para darnos un capricho al paladar. Ahora, lo que quizá está más lejos de nuestro alcance es la hamburguesa más cara del mundo: nada más y nada menos que 5.000 dólares.
Cada 28 de mayo se celebra el Día Internacional de la Hamburguesa. ¿Por qué? Pues no se sabe muy bien, al igual que su origen tampoco queda del todo claro, unos dicen que surgió en el siglo XV, otros que realmente fue en el siglo XIX cuando a un grupo de cocineros se les pasó por la cabeza meter carne entre dos panes y, por supuesto, los que creen que fue en la ciudad alemana de Hamburgo donde se creó. Sea como sea, la hamburguesa es uno de los platos más consumidos en el mundo y, como era de esperar, la más cara se encuentra en Estados Unidos, en Las Vegas.
Dentro del resort Mandalay Bay se encuentra el Bistró Fleur, actualmente cerrado por la pandemia, donde el chef Hubert Keller ha creado la Fleur Burger 5000 pero, ¿qué lleva para que cueste 5.000 dólares (unos 4.100 euros)? Bien, pues empezando por la carne, es de Wagyu, una ternera que está considerada una de las carnes más caras del mundo. Luego un poco de lo típico que podría encontrarse en cualquier hamburguesa, unas hojas de lechuga y unas rodajas de tomate fresco. Pero quizá lo que eleva el precio, junto a la carne, sea el trozo de foie a la plancha, las láminas de trufa negra que lleva y una salsa especial. Por cierto, también trae su guarnición, unas patatas fritas bien crujientes.
Bien, una carne espectacular, productos de primera… ¿Suficiente para costar lo que cuesta? Quizá no, pero nos falta un pequeño detalle: la bebida. La hamburguesa se sirve directamente con un vino, una botella de Château Petrus 1995, un Burdeos especial, un caldo que en el mercado suele rondar los 5.000 dólares. ¿Entiendes ahora el precio de este menú? Es más, puede que la botella te suene, pues 12 botellas de Château Petrus 2000 maduraron durante 14 meses en el espacio y ahora una de ellas se va a subastar. Quién sabe si caerá en manos de Keller para revalorizar aún más su espectacular hamburguesa.
Si decides que la hamburguesa no es lo tuyo y prefieres hacerte un buen sándwich, en este vídeo puedes ver la receta del chef Rafuel para chuparse los dedos. Dale al play.