España es uno de los países donde más consumo de cerveza existe. Solo hay que ver la tendencia de la última década, siempre al alza, aunque con un descenso claro en 2020 debido al inicio de la pandemia y el cierre de la hostelería, situándose entonces el consumo en nuestro país en 36'3 millones de hectolitros de cerveza. Basta con pasearse una tarde al salir del trabajo o un domingo por las terrazas para ver cómo las cañas son las protagonistas de las mesas. Con esto planteado, es posible que en alguna ocasión te hayas percatado de un aspecto que se repite una y otra vez cada vez que pides una cerveza, las botellas son siempre de color oscuro. ¿Por qué?
Por lo general, cuando te pones una cerveza en casa o la pides en tu bar de confianza no te fijas demasiado en la botella, pero probablemente sea de color marrón o verde oscuro, una curiosidad que quizá nunca te habías planteado o preguntado por qué es así. ¿Puede ser porque combina con el tono de la cerveza? Podría, pero lo cierto es que no es por eso.
La luz del sol no es la mejor amiga de la cerveza. Cuando el lúpulo de la bebida se expone demasiado a la luz intensa se produce una reacción que empeora el sabor y el olor de la cerveza. Por eso mismo, en los años 30 se detectó cómo las botellas marrones hacían una buena función de filtro y los rayos del sol no estropeaban esa bebida que tan bien nos viene los domingos a la hora del aperitivo.
De esta manera, con el marrón se conseguía mantener las propiedades de la cerveza al mismo tiempo que se mantenía más fresca. Pero ahora te estarás preguntando que no solo hay botellas marrones o en un tono ámbar, también hay muchas marcas que utilizan botellas de color verde.
En estos casos, el verde suele formar parte de la imagen de la marca, además de que el verde oscuro, con los avances del tiempo, suele hacer una función similar al vidrio marrón respecto a la protección del producto frente a los rayos solares. En todo caso, es bastante común que los packs que compramos en el supermercado no traigan las botellas visibles, al contrario, suelen venir en packs cerrados, normalmente de cartón, que también ayuda a la protección de la cerveza frente al sol.
¿Y qué hay de las latas? El vidrio es el material más responsable de cara al medio ambiente, además de que se asocia con una mejor calidad del producto ante los consumidores. No obstante, la lata también es muy consumida y permite que la luz no pase al interior y afecte a la cerveza, pero sí que se puede dar un proceso en el que se caliente por la exposición al calor y al sol.