Unas de las mejores cosas de la Semana Santa son, sin duda, las torrijas. Dulces, esponjosas, se funden en cada bocado. Con ingredientes de toda la vida como es el pan, la canela, el azúcar, la leche y los huevos, nunca se pasan de moda. Ni dentro ni fuera de nuestras fronteras. Desde Canadá hasta Hong Kong, pasando por Norte América, toda Latinoamérica y Europa, decenas de culturas y gastronomías han hecho propia esta receta, con nombres diferentes como ‘french toast’, ‘torreja’ o ‘rabanadas’. Si eres un fan de este postre y te gusta arriesgarte con recetas menos tradicionales, te proponemos que pruebes esta de cerveza negra y chocolate.
El pan es el ingrediente clave de esta receta y lo que la convertirá en única. Desde la pastelería La Hermosita nos recomiendan usar el brioche como base del postre ya que su textura, conseguida gracias a la gran cantidad de mantequilla, aportará gran esponjosidad.
"El nuestro está elaborado a partir de levadura salvaje, sal, harina de gran fuerza y agua de Madrid, doblemente fermentado en cuyo proceso se mide especialmente que la temperatura sea de 27 grados. A la masa de este pan se le añade mantequilla de gran pureza, con un 87% de materia grasa y huevos camperos de Ávila”, nos explican. Un total de dos días hasta tener cada pieza terminada.
El momento de humedecer las rebanadas del pan es otro de los puntos clave para conseguir el resultado deseado. Para la receta tradicional la infusión es de nata, canela, vainilla y limón, "previamente reposada durante 24 horas después de llevarla a ebullición". Pasadas 48 horas en remojo, llega el momento de freír las torrijas con un aceite limpio y a una temperatura no demasiado elevada para evitar que se queme.
Si hablamos de esta versión de cerveza negra y chocolate es aquí donde llega la innovación "al incorporar una infusión con base de cerveza negra emulsionada con azúcar de caña y jarabe de miel. Un postre para todos ya que, durante su proceso de infusionado, la cerveza pierde todo su alcohol haciendo a esta torrija un postre apto para todos los públicos y edades", apuntan.
Para aportar el sabor a chocolate, la receta se completa con una buttercream, que es la crema que se pone encima de los cupcakes americanos o para rellenar las tartas de varios pisos. Su base es sencilla: azúcar glas y mantequilla a partes iguales. En este caso, como hablamos de una de chocolate, también se añade chocolate derretido, ya sea blanco o negro, al gusto del consumidor.
Realizarla es fácil, solo hay que batir la mantequilla en pomada, es decir, blanda, con el azúcar y una cucharada de leche hasta conseguir una textura cremosa y un color blanco. Una vez conseguido, ponemos el chocolate hasta que quede totalmente integrado.
Una vez que tenemos las torrijas fritas y frías, podemos colocar la crema por encima y ¡listas para tomar! Si no te animas a intentarlo, las puedes probar en la pastelería con una edición limitada de 2.000 unidades.