De su poder diurético al aporte vitamínico: las propiedades beneficiosas de la cerveza que hay que conocer
Es perfectamente sano incluir la cerveza en nuestra dieta.
Uno de los beneficios más interesantes: retrasa el envejecimiento celular.
Te llevas el tercio o la caña al buche tragón sin pensar que lo que tienes ahí, dorada y espumosa, y en su medida justa, es fuente de felicidad y salud. Oh, cerveza, te veneramos para las charlas íntimas, te deseamos en las horas de calor, nos alborozamos si estás bien tirada y perlas el labio con un bigote. Digan lo que digan los obsesos de las dietas, con sus mitos y su ala prensa, ahí estás, disponible para sumergir los quehaceres, la pena y la risa.
La cerveza no solo no es mala, que su composición (lúpulo, cereal y agua) es, en cierto modo, buena para tu salud. Te contamos algunas propiedades beneficiosas de esta bebida.
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No engorda tanto como crees
Una cerveza rubia natural tiene 43 kcal por cada cien ml, lo que quiere decir que un tercio o incluso un doble no llegan a las 100 calorías. Con una pinta nos moveríamos en las 250 calorías, el equivalente a una comida.
Un par de vasos de cerveza al día no van a afectar en nada a nuestra dieta, teniendo en cuenta que el consumo calórico medio de una persona es de 2500 calorías. Claro que, si pasamos de esta medida y la jarra primera, segunda y tercera llenan nuestro organismo como Moisés separando el mar, el consumo calórico aumenta considerablemente y la barriga pide barra libre para expandir su reino. El español es español por su caña y por su tapa de chorizo, sus torreznos, sus fritos: el caballo de Troya en esto de mantener la línea.
Lejos del infarto y la diabetes
Existen evidencias del impacto del consumo de cerveza en la ratio más baja de cardiopatías isquémicas como el infarto de miocardio. También influye en la regulación del colesterol, con una incidencia directa en el aumento del colesterol bueno (DHL y LDL).
Otras fuentes hablan de la cerveza como un inhibidor de las células cancerosas, por su contenido en en xanthohumol y otros polifenoles, y cómo ayuda a evitar el glaucoma y las cataratas en los diabéticos.
Ayuda a tus células
La edad no perdona a nadie. A partir de cierto punto de la vida, ya no luciremos los cachetes de un bebé tocado por una irrigación sanguínea maravillosa, pero con una caña de vez en cuando quizá luzcamos un aspecto estupendo y una piel brillante y juvenil. Su consumo moderado es antioxidante: retrasa el envejecimiento celular. Mientras tanto, sácame otro tercio bien frío.
Contra el insomnio
El lúpulo es un sedante suave. Aunque sea por motivos discutibles, la cerveza ayuda a la relajación y puede favorecer la aparición del sueño. También tiene un papel positivo en la vida de nuestra tripa, cuando la acompañamos de comida. Aumenta los ácidos del estómago y acelera el tránsito intestinal. Si tienes problemas gástricos, o te ha visitado la bacteria helycobacter pylori, es un buen remedio natural para mantenerte en pie un día más.
Aliada de deportistas
Según algunos estudios, es una buena bebida de recuperación tras la actividad deportiva: equilibra el sistema inmunológico y el metabolismo. La clave es la rehidratación que nos da tras la actividad física, pudiendo además rebajar los dolores musculares propios del ejercicio intenso.
Vitaminas
Esta bebida contiene cereales de absorción lenta, que sumados a las vitaminas del grupo B6, B2 y B6 (ácido fólico, riboflavina), nos aporta un extra nutricional. Contiene también calcio, fibra y antioxidantes. En el embarazo, el ácido fólico ayuda, claro que la cerveza tendrá que ser sin alcohol.
Su aporte calórico y su composición con un porcentaje bajo de alcohol la hacen ideal para los procesos circulatorios. El tipo de cerveza que escojamos beber también influirá en la cantidad de fibra y hierro que nos echemos al buche. Por ejemplo, la cerveza negra contiene más porcentaje de estos minerales que una rubia o Pilsen.
Diurética
El agua juega un papel fundamental en las propiedades saludables de la cerveza. Es baja en sodio, reduce la retención de líquidos y le hace la guerra a los problemas renales.