De los garbanzos a la temperatura: los secretos para hacer un hummus casero súper cremoso
El hummus es una comida típica de Medio Oriente y se puede comer durante todo el año.
Conocido como crema de garbanzos, es una receta muy fácil de hacer y que sirve tanto para un plato principal, para una picada o simplemente para una entrada.
Una vez que tienes los garbanzos cocidos, es más rápido hacer hummus que salir a comprarlo.
El hummus es una pasta, crema o puré elaborado con garbanzos cocidos, pasta de tahina (pasta de sésamo), limón, ajo y aceite de oliva originaria de Oriente Medio. Existen muchas variantes con diferentes ingredientes adicionales, casi tantas como países que se atribuyen su autoría, un conflicto internacional. Hay poco que decir de su nombre, hummus significa, literalmente, garbanzo, y no es de extrañar, ya que ese es su ingrediente principal.
En la receta de hummus para un plato normal, cocemos garbanzos y los mezclamos con dos cucharadas soperas de tahina -aunque esto depende de la densidad que queramos darle-, un buen chorro de aceite de oliva, un diente de ajo chafado y el zumo de medio limón. Hoy día, es fácil encontrar la pasta de sésamo, quizá el ingrediente que más se resistía para prepararlo de manera casera, y es uno de los platos preparados más populares en casi cualquier supermercado.
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Una vez tenemos todos los ingredientes hay que hacer un puré con ellos. Es preferible hacerlo a mano, ya que si usamos una batidora es mucho más difícil controlar la textura final. El hummus se sirve frío, añadiendo, si se desea, aceitunas, un poquito de pimentón u otras especias, como el comino. Se suele comer acompañado de pan ácimo, aunque también sirve como guarnición para carne o pescado.
Es un plato tradicional en países como Líbano, Palestina, Grecia, Siria o Turquía, cada uno de los cuales afirma ser su verdadera cuna. Lo que sí debe quedar claro es que no es griego. Es muy difícil averiguar el origen real de una receta milenaria que, además, tiene numerosas variantes, pero si nos atenemos a las fuentes escritas, parece ser que la primera mención aparece en un recetario egipcio del siglo XIII. Los ingredientes de la receta son milenarios.
Los garbanzos son considerados una de las primeras legumbres cultivadas y consumidas por el ser humano, también son antiquísimos los registros de la pasta de sésamo o tahina, más allá de su aparición escrita por primera vez en el siglo XIII en los recetarios árabes. Ante elementos tan comunes, resulta misión casi imposible establecer un origen certero del hummus.
El hummus ha conquistado medio mundo con su sencillez y sabor. Quizás la discusión sobre su origen nunca desaparezca y sea siempre campo de conflicto, pero tampoco desaparecerá de nuestras mesas.
El secreto de la cremosidad
¿Sueñas con un hummus casero y cremoso? ¿El sabor de tu receta está delicioso, pero la textura no tanto? El secreto para un hummus súper cremoso … ¡Garbanzos súper suavecitos, casi derritiéndose! Fin.
Remoja los garbanzos con una cucharadita de bicarbonato de sodio y cuando los cocines, enjuágalos y agrega otra cucharadita de bicarbonato de sodio al agua de cocción. Esto hará que los garbanzos queden muy suaves y sea fácil que los muelas hasta en la licuadora.
¿No tienes tiempo de remojar y cocinar los garbanzos desde cero? Enjuaga garbanzos de lata, agua filtrada y agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio. Hierve durante 20 ó 30 minutos hasta que estén suavecitos y voilá, úsalos en tu receta.
En cuanto al ajo, parte el diente de ajo a la mitad y si notas que ya tiene un brote, quítalo. Eso quiere decir que el ajo ya tiene algunos ayeres en tu cocina. El brote imparte un sabor fuerte nada agradable.
Tahini. La pasta de ajonjolí es la responsable de un hummus cremoso y con sabor como a nuez. Usa generosamente y el de mejor calidad que puedas conseguir: entre menos amargo sea su sabor, tu hummus quedará más rico.
Ingredientes
- 1 taza de garganzos (crudos, sin remojar)
- 1/3 a 1/2 taza de tahini
- Jugo de limón al gusto
- Diente de ajo
- Sal, pimienta, comino y páprika al gusto
- Aceite de oliva extra virgen
- 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
- Agua fría
Preparación
- Remoja los garbanzos la noche anterior con una cucharadita de bicarbonato de sodio. Al día siguiente enjuaga y pon a cocer en suficiente agua con la cucharadita restante de bicarbonato.
- En la licuadora, agrega tahini, jugo de limón, diente de ajo y un poco de agua fría y licúa hasta que el ajo esté bien molido.
- Agrega los garbanzos escurridos y muele hasta que se vea muy cremoso. Agrega la sal, pimienta y comino al gusto.
- Sirve con aceite de oliva y páprika.