"Quemamos con malas artes, el espíritu del vino, y no va a regresar", cantaban Héroes del Silencio en 'El camino del exceso' hace ya más de 30 años. Pero aquel espíritu sí regresa ahora invocado por Enrique Bunbury, que ha anunciado su primer lanzamiento vinícola en colaboración con LVRE Wines. Una nueva aventura comercial y profesional del artista zaragozano en la que se entrelazan sus orígenes familiares con su pasión por la enología.
La primera colección de vinos del cantante llevará el nombre de Landazuri, en referencia a su apellido paterno, de forma que será una manera de rendir homenaje no solo a sus raíces familiares vascas, sino también a la memoria de su padre, Rafael Ortiz de Landázuri, fallecido el pasado mes de marzo. El proyecto promete ser una experiencia enológica única, limitada a una serie de botellas que plasman el espíritu y la pasión de Bunbury por la elaboración del vino.
"Es el resultado de un largo proceso de investigación y una profunda pasión por la vinificación, ofreciendo a los aficionados una experiencia única que conecta el paladar con la memoria y la naturaleza", explica el artista en sus redes sociales. De entre todas las variedades vinícolas, se ha decantado por el Txakolí, que se elabora a partir de uvas de la variedad Courbu, denominadas en España como hondarrabi zuri (blanca) y hondarrabi beltza (tinta). No es una elección casual. Esta variedad de difícil cultivo tiene la característica de dar un vino ácido, fresco y fácil de beber, muy alineada con la visión del artista.
El músico zaragozano explica así lo que busca con este nuevo desafío: "Será un Txakolí destinado a hechizar a expertos y neófitos por igual. Este emprendimiento trasciende la mera afición; es un tributo apasionado a los orígenes y a el rico tapiz de la viticultura, reflejando su compromiso inquebrantable con la calidad y la autenticidad".
Quienes quieran optar a adquirir en preventa alguna de las botellas de esta edición limitada deberán registrarse en la web www.bunbury.komi.io. El registro, en cualquier caso, no asegura la botella, ya que se trata de una serie limitada y se sirve en orden de llegada.
Bunbury se une así a otros famosos que han apadrinado sus propios vinos. Por ejemplo, Joan Manuel Serrat se embarcó en 1998 en el proyecto de la bodega 'Mas Perinet' junto a dos amigos. Plantaron 22 hectáreas de viña en la comarca del Priorat, pero cuando empezaban a recoger los primeros frutos y a elaborar sus primeros vinos, les sorprendió la crisis de 2008 y tuvieron que ponerla a la venta. O Andrés Iniesta, que en 2010 construyó una bodega en Fuentealbilla (Albacete) que elabora una gran variedad de vinos blancos, tintos, rosados y espumosos, todos ellos bajo la denominación de origen Manchuela.
Otros músicos famosos que han probado en el mundo de la enología son Sting, cuyos caldos producidos en una finca de la Toscana y con nombres de canciones de The Police figuran entre los mejores de Italia; Madonna, que tiene unos viñedos de propiedad familiar que se extienden por las laderas de la Península Leelanau y que dan unos vinos tranquilos; o el guitarrista Carlos Santana, quien lanzó 'Santana Savor', elaborado por el método tradicional con uvas seleccionadas de 50 viñedos de Napa Valley.