Es uno de los personajes secundarios más famosos del séptimo arte, el acompañante perfecto para las noches más oscuras y el remedio casero para paliar la nostalgia. El whisky es la bebida destilada con más caché del mundo. Elegante y solitario, gracias a él podemos imaginarnos como las grandes estrellas del cine clásico, arrullados por el humo y el sofisticado ritmo del jazz, pero un fallo de temperatura puede estropearnos toda la experiencia. Y es que ya lo dicen los expertos: el whisky no puede tomarse caliente.
Sin embargo, no siempre es tan fácil mantenerlo frío. El hielo, que usamos para enfriar otras tantas bebidas, es un arma de doble filo que cierra y cambia su sabor, y el calor de algunas zonas del planeta hace imposible que se mantenga fresco solo a temperatura ambiente, por lo que muchas veces nos acabamos encontrando ante un whisky aguado y destemplado cuyo sabor poco tiene que ver con el destilado original.
La compañía canadiense Liiton ha buscado una solución a estos pequeños problemas. Esta empresa especializada en la fabricación de vasos ha abierto una campaña de crowdfunding en Kickstarter, la mayor plataforma de micromecenazgo de Internet, para sacar adelante un novedoso proyecto que encantará a los auténticos fans del whisky: Mount Everest, un exclusivo vaso capaz de enfriar esta bebida destilada en cuestión de segundos.
Creado por la diseñadora danesa Nina Brunn, el Mount Everest destaca por su fondo, una réplica exacta y en 3D del Monte Everest que lleva incorporada un sistema de “chill-charge” que nos permitirá enfriar el whisky en tan solo 18 segundos. ¿Cómo funciona? Muy sencillo: solo hay que meterlo en el congelador antes de usarlo. Con este vaso, Liiton pretende elevar la experiencia de beber whisky atendiendo a los pequeños detalles, algo que, defienden, puede cambiar sustancialmente la degustación. Por ello, la compañía, que considera que beber whisky es una “experiencia sagrada” capaz de “unir a la gente”, ha apostado por combinar un diseño atractivo y elegante con una serie de avances para mejorar el sabor del destilado.
Y es que el fondo en escala del Monte Everest no solo es bonito estéticamente, sino también funcional. Esta réplica de vidrio permite desbloquear todos los aromas del whisky para poder disfrutar de un sabor único, intenso y lleno de matices, y todo de la forma más simple posible. Y es que para liberar todos los aromas del destilado, solo tenemos que girarlo suavemente alrededor de las caras del vidrio, donde se aireara gracias a un novedoso sistema que evaporara el etanol del destilado para que nuestras papilas gustativas y olfativas puedan percibir su mezcla de olores con claridad.
Para crear este novedoso vaso, desde Liiton han contactado con distintos expertos en whisky que les han mostrado cual es la mejor forma de consumir whisky. Como resultado, el proyecto, que iniciaba su campaña de recaudación de fondos el pasado mes de noviembre, ha logrado un gran éxito entre el público, que en tan solo siete horas aportó los 10.000 dólares que pedía la empresa para poder fabricar el vaso.
La campaña, que incluía diferentes recompensas en función del dinero aportado, finalizó el pasado seis de enero con un total de 460.686 dólares recaudados, todo un éxito que demuestra que el whisky sigue levantando pasiones en el mundo entero. Está previsto que los mecenas del proyecto reciban sus vasos en el mes de marzo, pero si no has podido participar en el crowdfunding, no te preocupes: la compañía ha abierto una nueva campaña en Indiegogo, otra de las grandes plataformas de micromecenazgo de Internet, donde podrás conseguir este vaso.