La manzanilla vuelve a estar de moda. El último descubrimiento de la gastronomía y sumillería de vanguardia. Su solera y su magia (solo puede producirse en las condiciones marítimas de Sanlúcar de Barrameda), junto con la delicadeza de su uva palomino, también conocida en la zona como listán, hacen de este vino una joya olvidada por el consumidor. Aquí va una pequeña selección de los mejores para iniciarse, con precios que van de los 10 a los 30 euros, y disfrutar con los tuyos en los reencuentros tras encierro. Recuerda, no olvides servir y mantener siempre muy fría y utilizar una buena copa de vino de cristal fino.
De estilo clásico, equilibrada, ligera y fluida, con un agradable toque amargo y salino. Recuerdos a hierba seca y a té verde. Para iniciarse en este fantástico mundo de la manzanilla. Puede acompañar perfectamente arroces, pescados y mariscos.
Ramiro Ibánez y Willy Pérez son dos enólogos revolucionarios del Marco de Jerez, que cuentan con diversos proyectos personales, pero que han decidido unir sus inquietudes mediante la Bodega M. Ant. De la Riva, antigua marca que han recuperado para rescatar viñedos y vinificaciones antiguas de pagos tradicionales como el pago sanluqueño de Miraflores Baja. Es intensa, con aromas cítricos y de frutos secos con notas de tiza. En boca nos da recuerdos de anís y albahaca. Ideal para acompañar un aperitivo con Ibéricos y mariscos cocidos.
Seleccionada entre las botas más viejas, esta manzanilla se embotella directamente de la bota, "en rama". La bodega gaditana Barbadillo, ofrece sacas trimestrales coincidentes con el inicio de cada estación. Cada una de ellas es única e inimitable ya que muestran la increíble evolución de la flor durante el año. El invierno relativamente húmedo y fresco nos regala una saca de primavera perfumada, alegre y suave, con una boca untuosa y plena. Potente con aromas a frutos secos tostados. Armonía perfecta con sushi.
'Los Blanquitos' es el apodo por el que conocen en su Sanlúcar natal a los bodegueros de Callejuela, de apellido Blanco. Producción muy limitada, tan sólo 700 botellas. Posee aromas muy intensos y concentrados con recuerdos de frutos secos, yodo, algas y flores blancas. El paso en boca es muy seco y salino y perdura un tiempo.
Desde estas líneas somos muy fans del formato Magnum y aquí va esta recomendación de una manzanilla emblema de la bodega Delgado Zuleta. Su nombre se remonta a 1918, cuando la famosa cupletista y bailaora de la época Aurora Mañanos Jauffré, más conocida como 'La Goya', permite a la bodega hacer uso de su nombre artístico. Destacan los frutos secos, cereales, cítricos y hierbas aromáticas. En boca es seca, sabrosa y untuosa, lo que la hace muy suave al paladar, además de tener persistencia. Perfecta para acompañar durante toda la comida a platos de guisos de pescado. Para disfrutar con frutos secos y una buena mojama y otros salazones de Barbate.