El mundo está de luto. La reina Isabel II ha fallecido esta misma tarde en el castillo de Balmoral, situado en Escocia, una situación que complica el famoso protocolo 'London Bridge' que debe llevarse ante su fallecimiento. Por eso, al estar en el país escocés, se pone en marcha otro en paralelo: 'Operación Unicorn', un plan secreto que determina cómo se debe proceder si Su Majestad fallece, fuera de Inglaterra, como ha sido el caso.
Nada más conocerse la noticia, los asuntos parlamentarios se suspenden de inmediato para permitir que las autoridades se preparen para el funeral de estado de la Reina. La operación establece que en las horas posteriores a la trágica noticia, conocida como 'D-Day', habrá una "llamada en cascada" para informar al Primer Ministro, a los altos funcionarios y a los jefes de los países de la Commonwealth, utilizando la frase clave "London Bridge is down”. Al mismo tiempo, la Casa Real emitirá una notificación oficial al público y las banderas ondearán a media asta.
La logística y forma de proceder es bien diferente al encontrarse la monarca en su residencia de verano situada en Royal Deeside en Aberdeenshire con extremas medidas de seguridad de todos los cuerpos británicos de seguridad: militares, policía armada, bomberos, etcétera. La soberana es trasladada desde aquí hasta a Edimburgo en un tren especial como miembro de las Fuerzas Armadas.
Su Majestad viaja rindiéndole todos los honores con guardia de honor y con el tren a muy baja velocidad para que se puedan despedir de ella. Por ello, se extreman también la seguridad mediante militares por aire, tierra y mar.
Además, como se prevé que lleguen miles de personas para rendirle un sentido homenaje, las medidas se extreman estableciéndose distintos puestos a lo largo de todo el trayecto como en los lugares que se podrá darle el último adiós, así como presentar sus respeto. Todo el cordón de seguridad está previsto en el perímetro de la denominada 'Milla Real de Edimburgo' que comprende: Parlamento escocés, el Palacio de Holyroodhouse y la Catedral de Saint Giles, todo en la 'Royal Mile' de Edimburgo.
Nada más llegar a Edimburgo, el cuerpo de la reina sería trasladado al Palacio de Holyroodhouse. Después será trasladada a la famosa Catedral de St Giles donde la esperarán todos los principales líderes cívicos, dignatarios y el pueblo donde tendrán la oportunidad de presentar sus respetos y firmar en el libro de condolencias. Terminado, será llevada a la estación Waverley donde se procede a la segunda parte del recorrido en tren por toda la costa este hacia Londres. Isabel II será acompañada con una guardia de honor y los cuerpos de seguridad del Estado. Una fuera de Escocia se pone en marcha el protocolo 'London Bridge'.
La Operación Puente de Londres es el plan principal que se ejecutaría en paralelo con la 'Operación Unicorn'. De lo más secreto, sí que se conoce que detalla lo que está previsto en los diez días entre la muerte de la reina y su funeral de Estado. Sus restos serán llevados al Salón del Trono en el Palacio de Buckingham. Cinco días después de su fallecimiento, su cuerpo será trasladado a Westminster Hall donde se oficiará un responso y permanecerá allí tres días. El funeral de Estado se llevará a cabo en la Abadía de Westminster diez días después de la muerte de la Reina. Sus restos descansarán en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI en la Capilla de San Jorge, Castillo de Windsor, junto al a su esposo el príncipe Felipe, Duque de Edimburgo.