Marisol, niña prodigio, musa de la Transición -los más mayores recordarán esa portada de 'Interviú'- y una adelantada a su época en lo personal, al menos en lo que se refiere a la protección de su intimidad. Pepa Flores decidió dejar su carrera artística y alejarse por completo de la vida pública cuando contaba 38 años. Primero vivió en Altea, un recóndito y exquisito paraje alicantino, y luego se trasladó a Málaga, su refugio actual. Flores acaba de cumplir 75 años. ¿Cómo lo vive?.
La actriz dio el salto a la fama a los 11 años. Marisol fue el nombre elegido para esa niña prodigio, rubia y de ojos azules, espigada, graciosa y con una voz muy personal que se convirtió en el ídolo de los 60.
Fue una artista poliédrica, sobre la que flotaron sombras de abusos sexuales y de explotación durante su infancia y adolescencia. Su boda con Carlos Goyanes, hijo del productor de sus películas, fue un acontecimiento social eclipsado por el posterior divorcio Después de Goyanes, el amor maduro de Antonio Gades, padre de sus tres hijas y artífice de su conciencia política, cercana al Partido Comunista. Con Gades vive también las idas y venidas artísticas y personales: la crianza de sus hijas, las giras, los viajes a Cuba...
Todo ello después de una intensa carrera musical y cinematográfica, resumida en una una veintena de películas, múltiples trabajos en televisión y muchos discos. En 1985, después de haber estrenado 'Caso cerrado', la actriz desapareció del ojo público y estrenó nueva vida.
De su existencia actual se ha dicho que vive en Málaga, alejada del bullicio, en una casa con huerto y gallinas. Desde hace 30 años, la artista comparte vida con el italiano Massimo Stecchini. La playa de la Malagueta, la calle Larios o las inmediaciones de La Manquita, como se llama cariñosamente a la catedral malagueña, son los escenarios habituales por donde transcurre su vida, además del Meditérraneo, una de sus grandes pasiones.
Muchos esperaban que el Goya de Honor que la Academia de Cine le concedió a la actriz en 2020 fuera la ocasión para volver a ver a la actriz. No pudo ser. Celia, Tamara y María, sus hijas, fueron las encargadas de representar a su madre en el homenaje del cine español.
La actriz María Esteve, su hija mayor, ha sido quién ha dado noticias de la familia en un evento social. En primer lugar, ha confirmado que ella está en un "momento estupendo". Algo muy gordo tiene que pasar para verme a mí mal", ha comentado con humor.
Después, ha respondido a la prensa sobre el estado de su madre, que cumplió 75 años a principios de febrero. "Está fuerte y está sana, que es lo más importante. Y feliz", ha contestado la actriz con una sonrisa. Sobre si podrá haber una vuelta a los escenarios de Pepa Flores, lo tiene claro: "No". Claro, simple y contundente.