Fue una de las primeras socialites y una de las mujeres más perseguidas por la prensa desde finales de los 80. Marta Chávarri, la que fue marquesa de Cubas y segunda esposa del financiero Alberto Cortina, ha sido hallada muerta este viernes en su domicilio en Madrid. Tenía 63 años. Cerca de las seis de la mañana, su asistenta ha hecho el desafortunado hallazgo. Tras llamar a una de las hermanas de la fallecida y avisar a los equipos de emergencia, solo pudo constatarse que Chávarri había muerto. Por el momento, se desconocen las causas del suceso, que ha impactado de manera notable en el ámbito mediático y social, y, por supuesto, en su entorno.
Marta Chávarri Figueroa nació en el seno de una de las familias más importantes en la historia de España: los Romanones. Su bisabuelo fue el conde de Romanones; su abuelo, el marqués de Santo Floro, padre también de Natalia Figueroa, esposa de Raphael, por tanto, tío de Marta, y su padre, el diplomático Tomás Chávarri, casado en primeras nupcias con Isabel Chávarri, con quien tuvo tres hijas Isabel, Marta y María, la menor.
Tras enviudar de su esposa, Chávarri, durante muchos años embajador de España en Arabia Saudí, se casó con Caroline Tieu. Fruto de esa unión nacieron Fernando y Carlos, hermanastros de Marta.
Aunque siempre fue un miembro conocido de la alta sociedad, Marta Chávarri saltó a la popularidad cuando se casó con Fernando Falcó y Fernández de Córdoba, marqués de Cubas. Sellaron su unión en el palacio de Mirabel, en Extremadura, y la boda fue todo un acontecimiento social. El marqués de Cubas era hermano del marqués de Griñón, entonces marido de Isabel Preysler. Ambas, por tanto, fueron cuñadas durante varios años, rivalizando en las portadas de las revistas por su estilo y elegancia.
Con Falcó, Marta Chávarri fue madre de Fernando, su único hijo, casado hace apenas un año con Isabelle Junot y padre reciente de Philippa, la primera nieta de Chávarri.
El matrimonio con Falcó, aparentemente bien avenido, saltó por los aires cuando se supo la relación de Marta con el financiero Alberto Cortina, consejero delegado de Construcciones y Contratas y esposo en aquel momento de la poderosa empresaria Alicia Koplowitz. Unas fotos de la pareja saliendo de un hotel de Viena precipitaron las ruptura de ambos matrimonios y condició una importantísima fusión bancaria.
Al mismo tiempo, una polémica portada de 'Interviú' en la que Chávarri aparecía de manera involuntaria sin ropa interior, pleitos y jugosas multas contribuyeron a hacer de Marta Chávarri el objetivo número uno de la prensa. La pareja Chávarri-Cortina terminó casándose en la inmensa finca que el financiero posee cerca de Cabañeros, en Ciudad Real, pero se divorciaron cuatro años después.
Tras su separación, la antigua marquesa de Cubas vivió varias relaciones sentimentales.Una de ellas fue precisamente con Philippe Junot, exmarido de Carolina de Mónaco y padre de la mujer que con los años se convertiría en su nuera.
Marta Chávarri también salió con el banquero Javier Salaverri o el artista británico Richard Hudson. En los últimos años decidió apartarse de la esfera pública, probablemente obligada por el accidente que sufrió en el baño de su casa en 2013, un contratiempo que le dejó graves secuelas y que le hizo ser intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones. Con la cara parcialmente desfigurada, Marta Chávarri atravesó ocho meses muy complicados en los que se tuvo que apoyar, más que nunca, en sus familiares y amigos.
En los últimos tiempos, Marta vivía aparentemente tranquila en un piso del barrio de Salamanca de Madrid donde comenzó a pintar. "Estoy feliz y tranquila con mi vida. Me dedico a pintar y a estar con la gente que quiero", confirmaba en declaraciones a Vanitatis. Sin embargo, algunas señales daban cuenta de que no todo marchaba bien. En 2020, llamó la atención su ausencia en el funeral de su primer marido, muerto como el marqués de Griñón a causa de la Covid. Se esgrimieron entonces motivos de salud. En la boda de su hijo, celebrada hace apenas un año, fue una madrina más que discreta. Su nueva etapa como abuela parecía anticipar tiempos felices. Pero el destino le tenía reservado otro giro en las vueltas de la vida.