Una herencia polémica y una discoteca que resurge: la vida marbellí antes y después de Olivia Valère

  • Olivia Valère dejó un gran legado en su herencia tras años siendo la reina de la noche marbellí

  • La discoteca que lleva su nombre sigue siendo una mina de oro que gestiona su hijo Xavier

  • Sin embargo, su viudo y sus dos hijos mayores están enfrentados un año después de su muerte por la herencia

Hace ya poco más de un año que uno de los iconos de la noche marbellí nos dejó. El 9 de junio de 2022 Olivia Valère, la reina de la noche de la ciudad malagueña, fallecía en París a los 75 años a causa de un cáncer de estómago que le habían detectado un año antes. Hablar de Valère es hacerlo de glamour, de fiesta, de la jet set que logró que se concentrara en su mítica discoteca que sigue llevando su nombre y por la que pasaron Sean Connery o Prince. Una discoteca, icono de la época dorada de Marbella, que sigue en pie como uno de los centros neurálgicos de la ciudad.

La discoteca que sigue rebosando glamour

La discoteca que abrió en los 2000 la empresaria y que lleva ahora su hijo Xavier, ha vuelto a convertirse en uno de los lugares de moda de la milla de oro de Marbella gracias a su gestión. Sin embargo, la herencia de la empresaria, pese a dejar un testamento claro, está dando más de un problema que ha llegado a los tribunales. Una polémica de la que Xavier Valère prefiere mantenerse al margen.

El pequeño de los hijos de la empresaria es quien ahora se encarga de la dirección de la discoteca Olivia Valère y también ejerce como promotor, con un equipo que forma con su mujer, Natasha, y un amigo, Salman Yousran. Un modelo de negocio que sigue queriendo atraer el glamour a su noche, el mismo que atrajo su madre y que ha llevado a que el mismo Antonio Banderas celebrase hace unos años su 59 cumpleaños. No solo la discoteca, también Lov, un exclusivo restaurante donde la cuenta por persona no baja de los 100 euros, sigue siendo una mina de oro para los Valére.

Problemas con la herencia

Aunque el negocio de Valère va bien, su familia sigue enfrentada por la herencia. Tal y como confirma El País, tanto el usufructo del apartamento en París como parte de la villa El Chaparral de Marbella, además de los muebles y objetos de su interior, se lo dejaba a su marido, Philippe Roger, mientras que el resto de la herencia se reparte en cuatro partes al 25% entre él, Xavier, hijo en común, y Karen y Arnaud, hijos del primer matrimonio de la empresaria. Estos últimos no estarían del todo conformes con el reparto.

Philippe explica a El País que les ofreció un acuerdo que no prosperó y que, en una visita a París, se encontró con que Arnaud había estado en la casa y se había llevado algunos cuadros y un coche. No obstante, también ha denunciado a Karen para que no pueda utilizar la marca Olivia Valère tras haber “secuestrado” dos meses las redes sociales del local.

Justamente hace un mes Karen explicó en redes sociales al intentar entrar en la discoteca que “mi propia seguridad no me deja entrar por culpa de un hombre completamente loco, el marido de mi madre. Me ha echado de mi propia empresa”. Un legado, el de la reina de la noche marbellí que, pese a dejar atado, está dando más de un quebradero de cabeza.