A veces las exigencias laborales nos obligan a pasar el verano alejados de nuestra familia y seres queridos y nos toca montárnoslo por nuestra cuenta. En ocasiones incluso puede ser una opción conscientemente elegida porque necesitamos desconectar totalmente de nuestras rutinas diarias. Y aunque a la soledad se le ha dado generalmente una connotación negativa lo cierto es que puede ser una oportunidad perfecta para conectar con nosotros mismos y aprender a disfrutar de nuestra propia compañía.
Nos hemos acostumbrado tanto a hacer cosas junto a nuestra pareja, hijos, padres o amigos, que quizás hayamos llegado a creer que es la única forma de disfrutarlas, pero muchos expertos aseguran que las actividades en solitario favorecen nuestro bienestar emocional y nos pueden ayudar a concentrarnos más en aquello que hacemos. Te proponemos cinco planes que puedes hacer solo.
Es el plan en solitario por excelencia. Pero más que de hacer ejercicio se trata de dedicarle tiempo a la meditación, a la reflexión y a conectar con uno mismo. Ponte unas zapatillas y piérdete por la ciudad o el campo, sin prisas y a tu ritmo. En las ciudades pasan cosas todo el tiempo y se esconden detalles que quizás nunca antes hayas apreciado.
También puedes llevar unos auriculares con música, pero si te decides por salir a un entorno natural es bastante positivo hacerlo sin ellos para captar mejor el sonido ambiental. En cualquier caso, lo importante es salir del hogar y pasar un rato en soledad al aire libre.
Tradicionalmente hemos asociado el ir al cine, al teatro o a un concierto con planes sociales, pero hacerlo en solitario puede ser igual de disfrutable o incluso más. El arte reduce el estrés y favorece el sentimiento de relajación, sin importar si lo experimentamos en soledad o en compañía. De hecho, muchas veces nos perdemos alguna película o concierto que nos apetece mucho solo porque no tenemos con quién ir. Bueno, ¿por qué no comprar la entrada e ir a tu aire, sin contar con nadie más? Lo vivirás de una forma totalmente diferente, e incluso te concentrarás mejor en lo que veas.
El yoga es una disciplina milenaria que nació en la India hace más de 4.000 mil años y que se ha popularizado en las últimas décadas en todo Occidente. A medio camino entre una actividad deportiva y un método de meditación, la práctica del yoga cautiva a quien la ejercita. Además, no hay límite de edad para ello y se puede realizar en cualquier lugar.
Aunque existen muchos tipos según las necesidades, en general el yoga reduce la ansiedad y el estrés, alivia dolores crónicos y posturales, favorece la concentración, la circulación sanguínea y hasta la digestión, entre otros beneficios. Además del yoga, la meditación es otra actividad perfecta para encontrar relajación interna y reconocer las emociones.
Una de las mejores actividades para hacer en solitario es viajar. Cada vez son más las personas que se decantan por una experiencia que te permite salir de la zona de confort, enfrentarte a nuevos desafíos y relajarte en un entorno distinto. Aunque alejarse de lo conocido puede despertar temor o incertidumbre, viajar solo siempre es un plan ideal para conectar con uno mismo. No tiene que ser un viaje de un mes, puedes empezar con un día o un fin de semana, pero rara vez alguien se arrepiente de haber viajado en soledad.
Los planes para hacer en solitario no tienen por qué ser siempre actividades muy ambiciosas y que exijan mucha planificación. A veces la mejor forma de dedicarte tiempo es haciendo algo que te atrae y que nunca has probado. Por ejemplo, rutinas de baile, tocar algún instrumento, practicar la fotografía o aprender trucos de magia. Tómate tu tiempo para encontrar ese pasatiempo que te permita disfrutar de tus tiempos de soledad.